Por el webmaster de este blog.
A veces la tecnología sirve para empeorar los problemas en vez de solucionarlos. El voto electrónico es un ejemplo perfecto de ello, ya que toda la información es digital y puede ser modificada a entero gusto y antojo de quienes manejan los sistemas de control con las graves consecuencias e implicaciones que eso significa. Por más filtros, validaciones y encriptación que digan implementar en el voto electrónico, SIEMPRE existirá la posibilidad de alterar los resultados, aunque digan lo contrario. Eso se puede hacer en unos pocos minutos introduciendo algunos comandos en una computadora con permisos de acceso total a la base de datos donde se guarda la información de los votos.
Quienes trabajamos en el área de las tecnologías de la información sabemos muy bien que los programas perfectos no existen, del mismo modo que tampoco existen los sistemas informáticos 100% seguros e inexpugnables. En ese sentido, por más que exista una honestidad absoluta (cosa utópica si las hay) en la implementación y manejo del voto electrónico, siempre será posible que acciones de terceras personas con los suficientes conocimientos puedan ingresar al sistema y alterar o borrar información.
Personalmente creo que el viejo método del sobre y la boleta siguen siendo más seguros que el más moderno sistema informático de voto electrónico. Basta con ver cuáles países han implementado (y en qué porcentaje) el voto electrónico y cuáles lo han prohibido para corroborar esto.
18 de abril de 2015
12 de abril de 2015
Elecciones: una mirada hacia el futuro
Por Elena Valero Narvaez (*)
El problema de la Argentina es que va en dirección contraria a la búsqueda de una sociedad mejor. La arrogancia y el dogmatismo están prendidos como garrapatas en muchos intelectuales, políticos, empresarios, sindicalistas, y dirigentes en general. Estas fallas siempre están ligadas a la intolerancia por lo que van de la mano de la violencia latente y también manifiesta, como lo demuestra de la peor manera, la muerte del fiscal Nisman, la persecución a jueces, la descalificación entre los dirigentes políticos, las peleas intra-sindicales, los discursos del oficialismo que en la práctica socavan a la opinión pública si es contraria a sus mandatos.
De esta manera es muy difícil ponerse de acuerdo, aceptar al otro con sus diferencias, y discutir con argumentación lógica. Por lo general, el grito, la pelea termina con cualquier discusión que pretende ser crítica. No es ya importante llegar lo más cerca posible de la verdad, de ver la realidad cómo es sino como cada cual quiere que sea. Lo importante es “tener la razón” imponiéndolas de la peor manera aunque sean contrarias a la realidad a la que se refieren.
Así no se puede avanzar hacia sistemas democráticos basados en la tolerancia. que requiere de la opinión pública institucionalizada o sea respetar las ideas de la gente.
Respeto no significa prescindir de la discusión crítica, base de todo conocimiento sino evitar la persecución física o psicológica del otro para mantener la propia opinión. a la cual se la convierte casi en verdad religiosa.
Terrible ejemplos históricos nos demuestran que ésta no es la vía para alcanzar una buena calidad de vida, donde pueda desarrollarse la persona. Los resultados han sido siniestros como fueron los asesinatos en masa perpetrados en la URSS y en quienes la tomaron como modelo: Alemania nacional-socialista, Italia fascista, y en la actualidad Cuba, los países árabes y los grupos que cortan cabezas, mutilan, ponen bombas para imponer un mundo donde se viva por decretos del poder absoluto. No importa que alguno de ellos consista en mutilar a las niñas para que no cometan el pecado de “gozar” cuando sean grandes.
Y. sin ir tan lejos, no es necesario estar en situación de perder la vida para darnos cuenta de la importancia que tiene saber que nadie tiene la verdad revelada, que es difícil alcanzarla, la mayoría de las veces debemos consolarnos con solo acercarnos y aún con no saber si la hemos alcanzado.
La humildad socrática debiera ser la base elemental de aquellos que desean sinceramente resolver cualquier problema.
No vemos ésta virtud en nuestro país, en vísperas de elecciones, las llamadas PASO y luego las nacionales que nos darán un nuevo presidente.
La política es el arte de lo posible según dijo el amigo Aristoteles. Si compartieran los argentinos su opinión, se dejaría de proponer y votar políticas populistas basadas en alcanzar la panacea, que ofrecen el oro y el moro a cambio de obediencia absoluta al poder de turno.
Se necesita, con urgencia, políticos que con humildad reconozcan errores, que llamen a colaborar a la gente que ha estudiado los problemas que afligen a la gente: salud, seguridad, economía y que no permita que se salga del rumbo que con sabiduría marca la Constitución liberal.
La tolerancia del partido triunfante hacia la oposición será fundamental en la etapa que viene. Se podría, si la hubiera, encontrar apoyo para la realización de los principales puntos del programa que pretenda implementarse para sacar a flote al barco semi-hundido que es hoy nuestro país. Habría que mejorar en un marco de libertad y un orden que haga respetar la ley, la Justicia y los derechos individuales.
De esta forma también se podría morigerar la corrupción porque se fortalecería a la sociedad civil que compite con el poder del Estado, donde se genera la corrupción estructural.
Preocupa escuchar a líderes que critican el sistema autoritario actual expresando comunión con ideas que llevan a lo mismo, como bien lo demuestra nuestra historia. Pensar en continuar estatizando estatizar es regresar al modelo kirchnerista, es crear una burocracia paralizante y generadora de enormes focos de corrupción y de gasto público.
La tolerancia a la que me he referido en ésta nota incluye respetar y aumentar la propiedad privada, fuente de progreso y calidad de vida en todo el mundo civilizado.
El cambio de rumbo debiera incluir que la clase dirigente sea lo más razonable posible en sus actos y en la relación con los demás además de estar atenta a la enseñanza de Sócrates: tener plena conciencia de lo poco que se sabe.
(*)Elena Valero Narváez
Pte 1º de UCEDE. (Unión de Centro Democrático)
(Analista política, periodista e historiadora)
El problema de la Argentina es que va en dirección contraria a la búsqueda de una sociedad mejor. La arrogancia y el dogmatismo están prendidos como garrapatas en muchos intelectuales, políticos, empresarios, sindicalistas, y dirigentes en general. Estas fallas siempre están ligadas a la intolerancia por lo que van de la mano de la violencia latente y también manifiesta, como lo demuestra de la peor manera, la muerte del fiscal Nisman, la persecución a jueces, la descalificación entre los dirigentes políticos, las peleas intra-sindicales, los discursos del oficialismo que en la práctica socavan a la opinión pública si es contraria a sus mandatos.
De esta manera es muy difícil ponerse de acuerdo, aceptar al otro con sus diferencias, y discutir con argumentación lógica. Por lo general, el grito, la pelea termina con cualquier discusión que pretende ser crítica. No es ya importante llegar lo más cerca posible de la verdad, de ver la realidad cómo es sino como cada cual quiere que sea. Lo importante es “tener la razón” imponiéndolas de la peor manera aunque sean contrarias a la realidad a la que se refieren.
Así no se puede avanzar hacia sistemas democráticos basados en la tolerancia. que requiere de la opinión pública institucionalizada o sea respetar las ideas de la gente.
Respeto no significa prescindir de la discusión crítica, base de todo conocimiento sino evitar la persecución física o psicológica del otro para mantener la propia opinión. a la cual se la convierte casi en verdad religiosa.
Terrible ejemplos históricos nos demuestran que ésta no es la vía para alcanzar una buena calidad de vida, donde pueda desarrollarse la persona. Los resultados han sido siniestros como fueron los asesinatos en masa perpetrados en la URSS y en quienes la tomaron como modelo: Alemania nacional-socialista, Italia fascista, y en la actualidad Cuba, los países árabes y los grupos que cortan cabezas, mutilan, ponen bombas para imponer un mundo donde se viva por decretos del poder absoluto. No importa que alguno de ellos consista en mutilar a las niñas para que no cometan el pecado de “gozar” cuando sean grandes.
Y. sin ir tan lejos, no es necesario estar en situación de perder la vida para darnos cuenta de la importancia que tiene saber que nadie tiene la verdad revelada, que es difícil alcanzarla, la mayoría de las veces debemos consolarnos con solo acercarnos y aún con no saber si la hemos alcanzado.
La humildad socrática debiera ser la base elemental de aquellos que desean sinceramente resolver cualquier problema.
No vemos ésta virtud en nuestro país, en vísperas de elecciones, las llamadas PASO y luego las nacionales que nos darán un nuevo presidente.
La política es el arte de lo posible según dijo el amigo Aristoteles. Si compartieran los argentinos su opinión, se dejaría de proponer y votar políticas populistas basadas en alcanzar la panacea, que ofrecen el oro y el moro a cambio de obediencia absoluta al poder de turno.
Se necesita, con urgencia, políticos que con humildad reconozcan errores, que llamen a colaborar a la gente que ha estudiado los problemas que afligen a la gente: salud, seguridad, economía y que no permita que se salga del rumbo que con sabiduría marca la Constitución liberal.
La tolerancia del partido triunfante hacia la oposición será fundamental en la etapa que viene. Se podría, si la hubiera, encontrar apoyo para la realización de los principales puntos del programa que pretenda implementarse para sacar a flote al barco semi-hundido que es hoy nuestro país. Habría que mejorar en un marco de libertad y un orden que haga respetar la ley, la Justicia y los derechos individuales.
De esta forma también se podría morigerar la corrupción porque se fortalecería a la sociedad civil que compite con el poder del Estado, donde se genera la corrupción estructural.
Preocupa escuchar a líderes que critican el sistema autoritario actual expresando comunión con ideas que llevan a lo mismo, como bien lo demuestra nuestra historia. Pensar en continuar estatizando estatizar es regresar al modelo kirchnerista, es crear una burocracia paralizante y generadora de enormes focos de corrupción y de gasto público.
La tolerancia a la que me he referido en ésta nota incluye respetar y aumentar la propiedad privada, fuente de progreso y calidad de vida en todo el mundo civilizado.
El cambio de rumbo debiera incluir que la clase dirigente sea lo más razonable posible en sus actos y en la relación con los demás además de estar atenta a la enseñanza de Sócrates: tener plena conciencia de lo poco que se sabe.
Pte 1º de UCEDE. (Unión de Centro Democrático)
(Analista política, periodista e historiadora)
10 de abril de 2015
Álvaro Alsogaray - Discursos - Nicaragua (1985)
Reunión 2ª – 8 y 9 de Mayo de 1985
Sr. Alsogaray. – Señor presidente: antes de exponer la posición de nuestra bancada, quiero dejar claramente establecido que no estamos propiciando ninguna acción armada o embargo contra Nicaragua. Es una cuestión en la cual nosotros no podemos tener sino una muy pequeña influencia. En todo caso, por propia convicción, no pensamos en manera alguna estimular, propiciar, recomendar o aprobar una acción bélica o un embargo. El problema nos preocupa desde el punto de vista del interés de nuestro país y también de la correcta información a la opinión pública aquí, en la Argentina.
La historia de Nicaragua es un poco distinta de la que se suele contar. En ese país había una dictadura –la de Somoza- que reinó durante mucho tiempo y contra la cual se aliaron los grupos democráticos que por razones tácticas cayeron en una peligrosa asociación con sectores marxistas. Coaligados los democráticos y los marxistas, lograron abatir la dictadura de Somoza y, como siempre ocurre en estos casos desde la experiencia en Checoslovaquia después de la Primera Guerra Mundial hasta nuestros días, inmediatamente de logrado el propósito común vino el golpe de mano marxista. Una banda compuestas por nueve comandantes, entre los cuales hay cardenales –de nombre-, se adueñó del poder, obligó a emigrar del país a los democráticos, clausuró los diarios e hizo todo lo que hacen las dictaduras cuando empiezan a afianzarse. Esto se acentúa en el momento actual. Los emigrados luchan por recuperar su país para la democracia, mientras que la banda marxista lucha por consolidar en su país el segundo enclave comunista en América.
Ahí si Estados Unidos tiene un problema que resolver, ya que se compromete su seguridad. No somos nosotros los encargados de resolverlo, aunque debe interesarnos esta cuestión, ya que debemos contemplar la realidad y ver que en muy corto plazo puede llegarse a que ese segundo enclave comunista se consolide en Latinoamérica.
Frente a esa realidad que muestra a un grupo totalitario apoderándose de Nicaragua y otro, democrático, tratando de recuperar su país, ¿cuál es la posición de la Argentina? Lamentablemente, estar a favor de la dictadura. El gobierno democrático de la República Argentina y tácitamente este Parlamento han estado prestando ayuda a Nicaragua antes de las elecciones, cuando no existía excusa de éstas y gobernaba un grupo totalitario. Le regalamos cinco millones de dólares y les prestamos otros treinta y cinco millones a tasa preferencial, los que hubieran estado mucho mejor empleados en nuestro país, que tiene algunas necesidades. Además, invitamos a uno de los Cardenales a nuestro país, lo llevamos a la cancha de Velez Sarsfield, en la que ocupó un lugar preminente al lado de nuestro presidente, cuando el tema que se trataba era nuestro y no de Nicaragua. En esa cancha se dijeron todas las cosas habituales en estos casos para conformar a una tribuna de veinte mil comunistas. Por otra parte, nuestro vicepresidente asistió a Nicaragua, con la mayor representación diplomática, a la posesión del mando después del fraude electoral.
En una palabra hemos estado prestando apoyo material y moral suficiente como para que quede claramente establecido que la Argentina está a favor del régimen comunista de Nicaragua.
Se dice que es un régimen elegido por la voluntad popular. Sí, como en la Unión Soviética, donde todos votan –de vez en cuando- por la misma lista, no hay dudas acerca de la compulsión y el fraude en esas elecciones. Esto lo sé porque estuve cerca y he visto la emigración permanente de los nicaragüenses hacia los países vecinos, huyendo de esa dictadura.
Esta es la verdadera situación en Nicaragua. Y repito una vez más que nosotros no estamos propiciando resolverla por nuestra cuenta, porque es algo que no está en nuestro alcance. Por dicha razón vuelvo a lo que manifesté al comienzo de mi exposición: no estamos propiciando intervenciones armadas ni embargos. Pero tampoco propiciamos, de ninguna manera –y por eso vamos a votar en contra de este proyecto-, que demos un solo paso más que nos haga avanzar por el peligrosos camino que lleva a que el sistema democrático argentino sea el principal propulsor del establecimiento de un segundo gobierno comunista en Latinoamérica.
Transcripto del original en papel por Claudia Bonzo, corregido por Pablo Parenti
Sr. Alsogaray. – Señor presidente: antes de exponer la posición de nuestra bancada, quiero dejar claramente establecido que no estamos propiciando ninguna acción armada o embargo contra Nicaragua. Es una cuestión en la cual nosotros no podemos tener sino una muy pequeña influencia. En todo caso, por propia convicción, no pensamos en manera alguna estimular, propiciar, recomendar o aprobar una acción bélica o un embargo. El problema nos preocupa desde el punto de vista del interés de nuestro país y también de la correcta información a la opinión pública aquí, en la Argentina.
La historia de Nicaragua es un poco distinta de la que se suele contar. En ese país había una dictadura –la de Somoza- que reinó durante mucho tiempo y contra la cual se aliaron los grupos democráticos que por razones tácticas cayeron en una peligrosa asociación con sectores marxistas. Coaligados los democráticos y los marxistas, lograron abatir la dictadura de Somoza y, como siempre ocurre en estos casos desde la experiencia en Checoslovaquia después de la Primera Guerra Mundial hasta nuestros días, inmediatamente de logrado el propósito común vino el golpe de mano marxista. Una banda compuestas por nueve comandantes, entre los cuales hay cardenales –de nombre-, se adueñó del poder, obligó a emigrar del país a los democráticos, clausuró los diarios e hizo todo lo que hacen las dictaduras cuando empiezan a afianzarse. Esto se acentúa en el momento actual. Los emigrados luchan por recuperar su país para la democracia, mientras que la banda marxista lucha por consolidar en su país el segundo enclave comunista en América.
Ahí si Estados Unidos tiene un problema que resolver, ya que se compromete su seguridad. No somos nosotros los encargados de resolverlo, aunque debe interesarnos esta cuestión, ya que debemos contemplar la realidad y ver que en muy corto plazo puede llegarse a que ese segundo enclave comunista se consolide en Latinoamérica.
Frente a esa realidad que muestra a un grupo totalitario apoderándose de Nicaragua y otro, democrático, tratando de recuperar su país, ¿cuál es la posición de la Argentina? Lamentablemente, estar a favor de la dictadura. El gobierno democrático de la República Argentina y tácitamente este Parlamento han estado prestando ayuda a Nicaragua antes de las elecciones, cuando no existía excusa de éstas y gobernaba un grupo totalitario. Le regalamos cinco millones de dólares y les prestamos otros treinta y cinco millones a tasa preferencial, los que hubieran estado mucho mejor empleados en nuestro país, que tiene algunas necesidades. Además, invitamos a uno de los Cardenales a nuestro país, lo llevamos a la cancha de Velez Sarsfield, en la que ocupó un lugar preminente al lado de nuestro presidente, cuando el tema que se trataba era nuestro y no de Nicaragua. En esa cancha se dijeron todas las cosas habituales en estos casos para conformar a una tribuna de veinte mil comunistas. Por otra parte, nuestro vicepresidente asistió a Nicaragua, con la mayor representación diplomática, a la posesión del mando después del fraude electoral.
En una palabra hemos estado prestando apoyo material y moral suficiente como para que quede claramente establecido que la Argentina está a favor del régimen comunista de Nicaragua.
Se dice que es un régimen elegido por la voluntad popular. Sí, como en la Unión Soviética, donde todos votan –de vez en cuando- por la misma lista, no hay dudas acerca de la compulsión y el fraude en esas elecciones. Esto lo sé porque estuve cerca y he visto la emigración permanente de los nicaragüenses hacia los países vecinos, huyendo de esa dictadura.
Esta es la verdadera situación en Nicaragua. Y repito una vez más que nosotros no estamos propiciando resolverla por nuestra cuenta, porque es algo que no está en nuestro alcance. Por dicha razón vuelvo a lo que manifesté al comienzo de mi exposición: no estamos propiciando intervenciones armadas ni embargos. Pero tampoco propiciamos, de ninguna manera –y por eso vamos a votar en contra de este proyecto-, que demos un solo paso más que nos haga avanzar por el peligrosos camino que lleva a que el sistema democrático argentino sea el principal propulsor del establecimiento de un segundo gobierno comunista en Latinoamérica.
Transcripto del original en papel por Claudia Bonzo, corregido por Pablo Parenti
Nota: Es nuestra intención transcribir el libro completo, material que iremos subiendo a medida que este listo. Una vez terminado el trabajo se armara el (PDF) para su descarga. Siendo este libro edición del Congreso de la Nación y no habiendo en sus páginas nota que indique lo contrario, creemos de buena fe que podemos hacerlo sin infringir ley de propiedad intelectual alguna.
5 de abril de 2015
#Economygeeks: Alsogaray y la Economía Social de Mercado
#Economygeeks: Alsogaray y la Economía Social de Mercado:
Álvaro Alsogaray destacaba el carácter gradual del cambio hacia la Economía Social de Mercado. Al respecto escribió: “Antes de decidirse...
Álvaro Alsogaray destacaba el carácter gradual del cambio hacia la Economía Social de Mercado. Al respecto escribió: “Antes de decidirse...
2 de abril de 2015
Álvaro Alsogaray - Discursos - Homenaje a los caídos en Malvinas (1985)
AÑO PARALAMENTARIO 1985
Reunión 3ª – 8 y 9 de Mayo de 1985
(Viene de aquí)
Sr. Alsogaray. –Señor presidente: el problema de las Malvinas puede ser enfocado desde muy distintos ángulos.
En primer término está el del evidente sentimiento nacional que nos une a todos en cuanto a nuestros derechos sobre las islas y a la firme determinación de recuperarlas en la primera oportunidad histórica que se nos presente. Sobre esto no hay dudas.
El segundo aspecto sería la determinación de haber ido el 2 de abril a las Malvinas en un acto que no vacilo en calificar de suicida e irresponsable, y lo hago ahora porque ya lo hicimos en su oportunidad.
En tercer está la conducción misma de la guerra de las Malvinas y todos los factores colaterales que existen alrededor de ello.
Sin embargo, creo que en esta ocasión no debe hablarse de ninguno de esos tres aspectos. Aquí estamos para rendir homenaje a la tripulación del crucero “General Belgrano” hundido en acción de guerra. Este crucero, arma ya fuera de circulación y de operación, fue sacrificado –como otros elementos de las fuerzas armadas- en una batalla imposible. Por eso rendimos homenaje a la valiente tripulación que tomó sobre sí la responsabilidad de luchar en condiciones en que no podía triunfar y que lo hizo para cumplir con su deber frente a la patria (Aplausos.)
Transcripto del original en papel por Claudia Bonzo, corregido por Pablo Parenti
Nota: Es nuestra intención transcribir el libro completo, material que iremos subiendo a medida que este listo. Una vez terminado el trabajo se armara el (PDF) para su descarga. Siendo este libro edición del Congreso de la Nación y no habiendo en sus páginas nota que indique lo contrario, creemos de buena fe que podemos hacerlo sin infringir ley de propiedad intelectual alguna.
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