22 de julio de 2015

CAMBIO Si ¿Pero para donde?

Por Alvaro L. Alsogaray (*)








Que la Argentina necesita un cambio resulta a esta altura más que evidente.

El desastre que nos deja el kirchnerismo después de 12 años de desgobierno, en lo económico financiero, lo institucional, la moral (corrupción) la inseguridad, la educación, lo cultural etc. supera cualquier límite para el asombro.

Todos queremos el cambio para solucionar estos gravísimos problemas.

¿Pero hacia donde debe orientarse tal cambio? Es aquí donde se acaban las coincidencias.

Es preocupante ver que el pensamiento general que sigue sobrevolando las mentes de la mayor parte de los políticos argentinos, es el pensamiento estatista, intervencionista, dirigísta, anticonstitucional, y que, sobre esta retrógrada concepción se están preparando algunos de los futuros planes de gobierno.

¿Es posible llevar adelante el cambio que el país urgentemente requiere para salír del fárrago en que nos encontramos y encaminar a la Argentina hacia el desarrollo y bienestar de su gente con esta mentalidad, ideas y planes estatistas.? Definitivamente, no,!!

¿Que orientación debe por lo tanto debe tener el tan proclamado y difundido cambio?

Hay una sola posible : La vuelta a la Constitución Nacional. Esto es al respeto de sus principios liberales y republicanos contenidos en ella para encaminar la futura acción de gobierno.

Volver a la Constitución implica fundamentalmente:

1) respetar plenamente los derechos individuales de libertad y propiedad privada consagrados en su primera parte (parte dogmática). Hoy no se están respetando. Ejemplos: leyes de abastecimiento, restricciones severas a la libertad comercial, cupos, prohibiciones a las exportaciones, importaciones, a la compra venta de divisas, exacciones impositivas (incluyendo el impuesto inflacionario) etc. etc.

2) Respetar la efectiva separación de los tres poderes del estado.
No hay República ni estado de derecho sin esa separación Hoy no se respeta. Un poder Legislativo que recibe instrucciones del Ejecutivo y se constituye en "mayoría automática" al sancionar las leyes, y un poder judicial politizado y casi completamente "colonizado" por representantes y militantes del Ejecutivo. La situación institucional actual se asemeja bastante a la de Rosas con la "suma del poder público" que le otorgara la Legislatura, y a la de Perón de su primer época con su gobierno autoritario, centralista y dictatorial.

La separación de poderes exige fundamentalmente tener una Justicia independiente del poder político ya que es la que ejerce el control de constitucionalidad de las leyes. Es el último "bastión del derecho"

3) Respetar la Constitución significa también respetar el rol del estado que esta le asigna para el desempeño de sus funciones específicas.
Ninguna de esas funciones contempla la posibilidad que el estado desarrolle actividades productivas o comerciales, por el contrario las rechaza.
"El gobierno no ha sido creado para hacer ganancias sino para hacer Justicia, no ha sido creado para
hacerse rico sino para ser el guardián y centinela de los derechos del hombre" Alberdi.

La experiencia de décadas en nuestro país de haber tenido empresas estatales dedicadas a actividades productivas y comerciales, la mayoría de ellas impulsadas por razones políticas basadas por falsos nacionalismos, todas ellas deficitarias, significaron un verdadero cáncer para la sociedad argentina y sin duda una de las causas de nuestro estancamiento y decadencia. Ejemplo actual Aerolíneas Argentinas que pierde más de dos millones de dólares diarios y que la sociedad entera debe subvencionar. No se trata de hacer una mejor o peor gestión de las empresas estatales No hay gestión estatal eficiente cuando sus directivos son empleados públicos y las decisiones que adoptan son de carácter administrativo y no económico, y si, cuando las cuentas "no dan", tienen el subsidio del Tesoro (la sociedad) que los protege.

3) En lo económico - social no pueden caber dudas que el cambio debe orientarse el funcionamiento de una economía libre de mercado e integrada al mundo.

Argentina debe eliminar de un plumazo (como lo hizo Alemania con Erhard en su reforma del 48) todos los controles, restricciones e intervenciones indebidas del estado sobre los mercados y abrirse al mundo.

Debe comprender, de una vez por todas, que la libertad económica, que es una parte indivisible de la libertad humana, es el mejor incentivo para hacer posible el proceso de generación de riqueza y de bienestar de sus habitantes.

Ejemplos de países que han confiado en la libertad económica , existen por todas partes . Además de los pause tradicionales que siempre se mencionan (EEUU, Canadá, Australia, Nueva Zelanda etc.) hoy los tenemos en nuestras fronteras y en otros lugares del continente sudamericano. Sus resultados están ya a la vista.

Sobre estas bases y estos principios es que , desde la UCEDE venimos proponiendo el verdadero cambio que los argentinos necesitamos llevar adelante.



(*) Alvaro L. Alsogaray
Ingeniero - Presidente UCEDE Ciudad Autónoma de Buenos Aires

No hay comentarios.

Publicar un comentario

Este sitio no oficial tiene por objeto difundir liberalismo en general, liberalismo ucedeista en particular y situaciones históricas marplatenses.

Los comentarios están abiertos a todo el público. Sin embargo, el moderador se reserva el derecho de publicación, siendo la única condición el respeto por las personas y su ideología. No se publicarán comentarios que contengan insultos ni expresiones vulgares.