27 de noviembre de 2016

Murió Fidel Castro

Por Alvaro L. Alsogaray (*)







¿QUÉ PODEMOS DECIR DE LA MUERTE DE CASTRO?


Con el desaparece uno de los máximos exponentes del régimen totalitario más siniestro y oprobioso que el mundo conocío en el siglo XX: el comunismo .


Castro tiranizó, soguzgo, esclavizo, humillo y empobreció al pueblo cubano a niveles al limite de su propia supervivencia

Castro arrasó con todas las libertades personales y violo sistemáticamente los derechos esenciales del ser humano basados en la vida, la libertad y la propiedad.

Castro fue un amoral, un corrupto, un asesino serial .

Para "exportar" su revolución marxista a los países del continente latinoamericano, Castro impulso, entreno y financió la guerrilla subversiva terrorista montonera y erpiana de los años 70' .
Nuestro país sufrió en carne propia esta acción destructiva del Castro/comunismo pagando una inmensa cuota de sangre, sufrimiento y dolor, durante aquel negro periodo de la historia de nuestro país. Las heridas y secuelas de esa guerra aun perduran entre nosotros.

Las personas de bien, amantes de la libertad, la paz, y el respeto por la dignidad de la persona humana, nada tienen que lamentar de su muerte .

Si lamentar las acciones de Castro y su abominable régimen que ,durante más de medio siglo ,hizo tanto y tan profundo daño a su país y a su gente.

Hace 8 años que Castro no gobierna a su país, pero deja como legado el régimen totalitario que el instauró.

El pueblo cubano seguirá sufriendo.
Nos solidarizamos con ese pueblo en la esperanza de que la muerte de Castro pueda contribuir a que Cuba empiece a encontrar el camino de la democracia, la libertad y El Progreso.

El gobierno argentino debería pensar bien y ser prudente con las declaraciones y eventuales condolencias que la muerte de este siniestro personaje de la historia pueda inducirlo a manifestar.






(*) Alvaro L. Alsogaray
Ingeniero

12 de noviembre de 2016

ANSES presta dinero al gobierno a tasa cero

Por Alvaro L. Alsogaray (*)



Las necesidades que tiene del estado de financiar el creciente gasto público y la virtual imposibilidad de aumentar los impuestos sobre los exhorbitantes niveles actuales, hacen que el ministro de Hacienda venga "echando mano" a los aportes jubilatorios, esta vez bajo la figura de préstamos al tesoro a tasa cero.

Muy mal camino el emprendido por el el Sr. Prat Gay, apelar a los jubilados que le presten (compulsivamente) plata para pagar gastos del estado y encima no reconocerles ningún interés .

Lo que debería hacer el Sr. Prat Gay es encarar un conjunto de reformas estructurales que produzcan una sustancial reducción del gasto público en vez de incrementarlo como lo esta haciendo, y que para "pagar las cuentas" tenga que acudir al remanido "expediente" inaugurado por Peron y continuado por otros gobiernos, de utilizar el dinero de los jubilados para esos fines.

No hay dudas que entre las reformas estructurales que el gobierno debería llevar a cabo, se encuentra la de modificar el sistema jubilatorio abriendo a entidades privadas la posibilidad de administrar los fondos de los jubilados y futuros jubilados que deberían depositarse en cuentas particulares de estos y bajo el régimen de capitalización iindividual.

Si el estado quiere seguir manteniendo estas prestaciones, que lo haga (aunque no debería) pero que sea el aportante de los recursos quien elija a quien quiere confiar su dinero para que se lo administre.

No vemos que el gobierno este encarando una reforma de esta naturaleza.




(*) Alvaro L. Alsogaray
Ingeniero