30 de mayo de 2015

Alvaro Alsogaray - Discursos - Presupuesto del año 1985

Reunión 24ª - 22 y 23 de agosto de 1985




(Viene de aquí)

Sr. Alsogaray.- Señor presidente: en esta reunión debe considerarse el proyecto de presupuesto. Nuestra disciplina de trabajo hace que nosotros siempre tratemos de ceñirnos al tema del día. Desde Adán y Eva han sucedido muchas cosas y no podemos resumirlas todas en una sola sesión.

Sin embargo es necesario efectuar un examen del marco en el que vamos a analizar este proyecto, porque así lo planteado –y tiene razón- el miembro informante de la mayoría. Esta iniciativa es inseparable de la reforma económica y monetaria lanzada el 14 de junio, y también es indivisible de la estructura económica existente en el país. En consecuencia, debe resumirse previamente el encuadre en el que se inserta este proyecto.

El presupuesto que consideramos es la pieza clave de la reforma económica y monetaria del 14 de Junio. Si él es llevado adelante como corresponde, la reforma tiene alguna probabilidad de funcionar. En cambio, si el presupuesto no tiene éxito, la reforma va a sufrir un retroceso indudable, que puede llevar a la opinión pública a una gran frustración.

El diputado Rodríguez ha dicho que el presupuesto es un instrumento y la verdadera expresión del programa y de la política económica de un gobierno. También señaló que mediante él se concreta un proyecto político. Si eso es así, quiere decir que el actual gobierno no contaba con ningún proyecto hasta hace pocas semanas, ya que demoró el envió de esta iniciativa hasta un periodo bastante avanzado de este año; su llegada a la Cámara debió haberse producido el 17 de septiembre del año pasado.

El miembro informante también ha expresado que el momento que estamos viviendo agota una etapa, que es la de sustitución de importaciones. Efectivamente, ello es así, hace tiempo que esa política, alentada por la CEPAL y por algunos filósofos de las organizaciones intermedias, había fracasado en el país, pero es importante que se lo reconozca explícitamente en este recinto.

Sr. Alsogaray.- También ha dicho el señor diputado; y merece felicitaciones por ello, que la estructura industrial que se ha ido desarrollando en función de estas políticas ha creado una producción industrial que no nos permite competir con el resto del mundo. Se trata de bienes que no podemos transar con otros países ya que los producimos a precios enormemente superiores. También es importante que nos demos cuenta de ello.

Habló enseguida de la socialización de los quebrantos. Es cierto, el pueblo argentino se ha hecho cargo de los malos negocios de ciertos empresarios y en cantidades prodigiosas. Algún día se hará el análisis de todo aquello que el Estado ha tomado a su cargo indebidamente. Es muy cómodo este sistema capitalista en el cual se gana, gana el empresario y cuando se pierde, pierde la comunidad. De modo que el hecho de que todo esto se reconozca es muy importante. Pero, ¿por qué se ha producido todo esto? El señor diputado dice que es porque la sociedad no ha podido resolver los problemas del crecimiento. Esto es cierto, pero ¿por qué no ha podido?

Me voy a permitir leer a esta altura de mi exposición un pequeño párrafo de las expresiones del presidente de la República: “Llevamos muchos años legislando y dictando reglamentos que parecen dirigidos a ciudadanos de mala fe. Este concepto en la acción de gobierno ha creado una maraña fantástica de control que todos padecemos. Los hombres de bien, que son la inmensa mayoría de nuestro pueblo, ven cada vez más trabado su esfuerzo creador y se sienten injustamente sospechados por la autoridad. Los verdaderos delincuentes encuentran impunidad en un sistema tan complejo que es de aplicación imposible”. Esto es muy cierto; lo dice el presidente de la República. Lástima que lo que estamos haciendo en la práctica es seguir sospechando de lo que no son delincuentes sin preocuparnos por corregir a quienes si lo son.

Ejemplos de lo que digo son estas leyes que se pretende dictar sobre nominatividad de las acciones o para la verificación por parte de la aduana de la infra o sobrefacturación. Es decir, se presume que todos los agentes económicos son delincuentes y se dictan reglamentos para controlarlos. De esta manera no se está controlando nada sino inventando vericuetos para que los nuevos delincuentes puedan operar en la Argentina.

Hay un punto en el cual no estoy de acuerdo con el señor diputado Rodríguez. Él expresa que los dirigentes liberales se presentaban para pedir privilegios al Estado. En esta caso no estamos de acuerdo: o se cambia la palabra “liberal” por “desarrollista” o bien el sentido de la palabra “liberal”. Porque yo no conozco Ningún dirigente o industrial liberal que se haya presentado para pedir nada al Estado.

Dice también el señor diputado Rodríguez que si alguien cree que la bancada radical piensa que la causa de la inflación es el déficit o el tamaño del Estado está equivocado. La bancada radical no piensa esto. Yo creía que sí y los había felicitado por ello en anteriores oportunidades. Retiro entonces la felicitación. Porque se vuelve a la vieja expresión de que la causa de la inflación es la puja de sectores, la existencia de mercados oligopólicos, los vetustos sistemas de comercialización y una serie de factores más que presuntamente causan la inflación.

Yo quisiera que se me explicara como puede haber inflación en un país donde no haya emisión espuria de moneda y la gente no busque escapar de un deterioro del signo monetario. No puede haberla. Lamento este retroceso en el conocimiento porque se había avanzado mucho en ese sentido.

Algunas otras referencias del miembro informante quedarán aclaradas en el transcurso de mi exposición, que trataré de abreviar según es mi costumbre.

Veamos la reforma monetaria, que es el marco del presupuesto. El 13 de junio la situación no daba para más. Esto era consciencia en el país y se esperaba que el gobierno hiciera algo, que no era otra cosa que parar la inflación. No había un solo argentino que no pensara esto. El gobierno tomó la decisión y ella le ocasionó un rédito importante debido al apoyo de la población. Lo hizo porque, aparentemente, el gobierno supo responder al gran reclamo que era el de hacer algo y que ese algo fuera parar la inflación.

Esa decisión la tomó el gobierno sobre la base del reconocimiento de cinco puntos que son muy importantes, al extremo que voy a correr el riesgo de reiterarme con respecto a lo que dije anteriormente en este recinto, para enunciarlos muy sintéticamente.

El primer punto consiste en que el gobierno reconoce que el problema económico es muy importante y el propio presidente de la Nación afirma que a menos que se resuelva, correrán peligro nuestras instituciones, nuestro estilo de vida y nuestro sistema político. Este mismo concepto se expresaba antes al revés: que establecida la democracia y gobernando el pueblo, lo demás problemas se arreglarían por si solos. Ahora se reconoce que el tema económico es más importante.

El segundo punto consiste en que dentro del tema económico, lo fundamental pasa a ser la lucha contra la inflación. En ese sentido todos los días nos vemos sometidos a la propaganda que lleva a cabo el partido gobernante, que por todos los medios de difusión se empeña en demostrarnos que la inflación es un gran mal y un auténtico flagelo. Por supuesto que eso ya lo sabíamos.

En tercer lugar, se reconoce –o por lo menos se reconocía hasta la exposición de hoy- que las verdaderas causas de la inflación residen en el sobredimensionamiento del aparato estatal, en el déficit fiscal y en la emisión de moneda. Estos aspectos tienen tanta importancia que forman parte especial de la reforma implementada, como veremos enseguida.

El quinto punto a que hacía referencia consiste en el reconocimiento de que no se puede emitir moneda para reactivar artificialmente la economía, porque en lugar de reactivarla lo único que se consigue es inflarla.

Sobre la base del reconocimiento de estos cinco puntos el gobierno se decide a pasar a la acción. Lo hace, ciertamente, en forma espectacular, con lo cual convence a la opinión pública de que algo ha hecho y consigue su apoyo para este plan económico que está en marcha. Ahora bien; el reconocimiento de estos cinco puntos, que implica un diagnóstico correcto y cuando se aplica el remedio, otra vez se comete el mismo error.

¿En que consiste la terapéutica? En congelar al país, en hibernar su aparato productivo, en poner controles de todo tipo, sea sobre los precios, los salarios, las tasas de interés, la exportación y la importación.

Actualmente, todo está controlado, congelado, o hibernado en la República Argentina. Si alguien puede creer que con estos mecanismos paralizantes vamos a sacar adelante al país, yo le respondo que está equivocado.

No es paralizando a las fuerzas productivas y metiéndolas en un chaleco de fuerza dentro del cual no se pueden mover, no sometiéndolas al control del Ministerio de Economía y del Banco Central, como vamos a sacar adelante el país. Se nos dice que esto es transitorio y que más adelante, cuando esté asegurada la lucha contra la inflación, se volverá a liberar la economía.

Me pregunto para qué se quiere liberar la economía si por la vía de la coacción y de los recursos policiales se obtiene éxito. Es decir, si hay un método que ha dado resultado y que permite controlar la inflación y desarrollar el país, ¿para qué lo vamos a cambiar?

Quienes abogamos por una economía de libre y por la liberación de las fuerzas productivas, lo hacemos porque creemos que esa es la solución y no en virtud de un fetichismos especial o de una determinada concepción ideológica. Tampoco lo hacemos por una cuestión de gusto o de moda, sino porque entendemos que ahí está la solución.

Pero si el gobierno cree haber encontrado la solución en la coacción, en los controles, en la hibernación, etcétera, ¿para qué va a cambiar esos métodos después? Sin embargo, el gobierno afirma prudentemente que estas medidas –que ya han sido ensayadas muchas veces en el país y yo agregaría que se han venido aplicando en todo el mundo desde hace miles de años- se adoptan a sabiendas de que están mal y que no le gustan, que son medidas transitorias, hasta salir de esto. Quisiera saber cómo van a salir de esto, en todo caso esta última cuestión puede quedar para más adelante.

Mientras tanto se dice que esta vez es distinto a los fracasos anteriores porque esta vez se atacaron dos cosas que nunca se consideraron antes, que son el déficit del presupuesto y la emisión monetaria. Quiere decir que antes las tentativas de congelamiento, de hibernación, y controles fracasaron porque no se apuntó a dos cosas fundamentales: el déficit presupuestario y el tamaño del Estado, y la no emisión.

De ahí que adquiere gran importancia ahora el presupuesto porque el éxito de esta política está jugado integramente a que tengamos un presupuesto sin déficit o por lo menos con un déficit tolerable y financiable de una manera más o menos genuina; y está jugado a otra cuestión, que es la no emisión.

Quiere decir que esta reforma se apoya sobre tres pilares; y aquí estamos utilizando los bloques estas palabras “tres pilares”, que se han hecho de dominio público. El pilar central es el cambio de expectativas. Eso se logró, por la vía del congelamiento, cambiando el signo monetario inútilmente; también mediante la promesa de no emitir y la de controlar el déficit. Asimismo se consiguió por medio de la propaganda. Con estos cinco elementos se obtuvo el cambio de expectativas, lo que es muy importante porque las expectativas juegan siempre un papel decisivo en la marcha de los negocios.

Los otros dos pilares sobre los cuales se apoya la reforma son el control del déficit y el control de la emisión. Eso es lo que debemos examinar para ver si son ciertos, porque si estos dos pilares se pueden construir en un lapso razonable, antes de que las expectativas den vuelta la reforma, puede haber consolidación. Pero si no se construyen pronto, las expectativas darán vuelta toda la reforma que terminará frustrándose, como señalé anteriormente.

La terapéutica aplicada hasta ahora es netamente recesiva. Lo único que va a lograr por el momento es aumentar el cierre de fábricas y la desocupación que ya había empezado a insinuarse en Octubre del año pasado. El gobierno desarrolló una política de vida fácil, emisionista e inflacionaria, de Enero a Septiembre de 1984. En Septiembre de dicho año el cosnto de vida trepó al 27,5 por ciento. Entonces se aplicaron los renos, que consistieron en cortar el crédito al sector privado, establecer control de precios el 4 de Septiembre, atrasar los salarios con respecto a la tasa de inflación y no pagar las cuentas. Con esos cuatro elementos empezó el proceso recesivo, que se fue acumulando desde Octubre hasta ahora. Se llegó a la más crítica de las situaciones, con una tasa inflacionaria que está entre las más altas del mundo –es la segunda, detrás de Bolivia-, y al mismo tiempo se dio una recesión alta y en constante aumento.

Fue en esos momentos cuando el 13 de Junio el gobierno se decide a tomar las medidas que hemos considerado. Aquí hay un error conceptual cuando dice: primero vamos a lograr la estabilización y luego la reactivación. Esa división no es correcta y nos hace recordar a los tiempos del general Onganía, quien hizo la división en tiempos políticos, sociales y económicos. Esa división en tiempos de vida no se puede hacer. No hay mecanismos que justifiquen decir ahora vamos a estabilizar y después vamos a reactivar. Si estabilizamos ahora con las medidas que están llevándose a cabo en este momento por la vía del congelamiento, de los controles, etcétera, puede ser que alcancemos un plano de equilibrio, pero será a costa de muchas empresas quebradas y de una gran masa de desocupados, que ya está en plena formación.

Vuelvo entonces a los dos pilares fundamentales: el presupuesto y la emisión. Sobre la emisión hablaremos en otra oportunidad con más detalle, pero quiero hacer resaltar ahora una cosa que, aunque ya es conocida, vale la pena que quede dicha en el Parlamento. Sabiendo que iba a contraer la solemne promesa de no emitir después del 15 de junio, el gobierno recurrió a una habilidad contable –por llamarla así- que consistió en emitir antes del 15 de junio, y así batió el record de emisión de la historia económica argentina contemporánea. En el mes de junio la base monetaria creció un 56 por ciento. Cómo circulación monetaria quiere decir billetes y monedas emitidos, la previsión tomada por el gobierno antes del 15 de junio significó la emisión más grande realizada en el país hasta ahora.

Ustedes se preguntarán por qué esa emisión no se tradujo a los precios. Bueno, porque se puso la tapa encima mediante el congelamiento, y en las primeras semanas el congelamiento funciona: es claro que a costa de ir aumentando las tensiones internas, y en su momento está emisión y todas las que sigan harán reventar el sistema.

De esa emisión volveremos a hablar a medida que vayamos conociendo los balances del Banco Central. Quiero aclarar que en Julio la base monetaria creció 21 por ciento por encima de l emisión record del mes anterior.

Vayamos entonces al presupuesto. Como se ve, el presupuesto encuadra en un marco muy preciso constituido por la reforma y por la estructura que el país tiene. Quisiera señalar algunas cosas formales que no nos gustan en el tratamiento de este presupuesto. Primero, lo ya citado: ¿por qué razón se atrasó nueve meses la presentación del presupuesto? Ya que hablamos tanto de la ley, ¿por qué razón el gobierno no cumplió con ella mandando el presupuesto el 15 de Septiembre del año pasado? La excusa era que no estaba todavía arreglado el problema de la deuda externa. Eso no tiene nada que ver; es sencillamente una excusa. Precisamente el presupuesto era una pieza clave para negociar bien la deuda externa. Hemos negociado muy mal la deuda externa, justamente porque no teníamos un presupuesto. Como ha sido señalado con toda propiedad por el miembro informante de la mayoría, la causa real de esa demora es que el presupuesto requiere decisiones políticas. El presupuesto es un instrumento que refleja el programa del gobierno y la elaboración de este programa demanda decisiones políticas. Lamento decir que el gobierno no ha tenido programa alguno y no ha sido capaz de tomar las grandes decisiones políticas que se necesitaban. Por eso no tuvimos presupuesto.

El autoritarismo en la Comisión de Presupuesto y Hacienda es otra cosa que no está bien. A las reuniones de comisión concurren los funcionarios a repetirnos lo que ya dijeron; luego se cierra todo y viene el despacho autoritario de la mayoría. Se quiso recuperar los nueve meses de atraso tratando de aprobar el presupuesto en veinte días.

Además no tenemos ninguna indicación sobre las empresas del Estado. En la parte económica del presupuesto ellas representan en cifras redondas nada menos que el 35 por ciento, y de esto no tenemos ninguna información. Entonces, no hay que preocuparse mucho por los centavitos de los otros sectores. Si no tocamos el tema principal estamos dejando de tratar la parte principal del presupuesto.

Por otro lado, en este debate el análisis se hace a ciegas. Nadie sabe dónde estamos parados en materia de realización del presupuesto. ¿Cuánto se ha ejecutado ya de ese presupuesto anual? Si lo que ya se ha gastado es muy grande, en los cuatro meses que quedan no se podrá ahorrar lo suficiente. Aunque no lo podemos demostrar a priori, por la sencilla razón de que no se nos han contestado a tiempo las preguntas que hicimos, los cálculos que hemos hecho con todo cuidado nos indican que este presupuesto es totalmente incumplible. Y les voy a dar un solo dato: el presupuesto prevé un ingreso de l.200 millones de Australes para el FONAVI (Fondo Nacional de la Vivienda). Según una versión oficial del día de ayer solamente han entrado 281 millones de Australes. ¿Cómo se hace para recaudar de aquí a fin de año casi mil millones de Australes para el FONAVI? ¿Si hasta la fecha no han entrado, por qué van a entrar de aquí a fin de año? No sé cómo van a hacer.

Pero no es ésta la única duda que tenemos. En ese sentido, la Tesorería publicaba un documento que se llamaba Informe de la Tesorería, donde mensualmente nos decía cuál era la marcha del presupuesto. El último informe disponible es el del mes de Mayo, y el de Junio no se ha querido publicar todavía para no mostrar una lamentable realidad. En el mes de Junio, solamente el 27 por ciento del gasto del Estado fue financiado con impuestos o contribuciones reales; todo el resto es emisión pura de moneda, lo cual hace que el próximo semestre la perfomance del cumplimiento del presupuesto será tremendamente negativa.

Después de Julio los ingresos aumentan porque se cobran dos cuotas del IVA –y por otras razones-, pero en el primer semestre esto es netamente deficitario. No más del 27 por ciento se financia con recursos genuinos. Por lo tanto, no sé cómo van a hacer; no sé gracias a qué milagro podrán poner la casa en orden en el segundo semestre, recuperando aún lo del primer semestre.

Además hay hechos puntuales que demuestran las dificultades. Se autoriza al Poder Judicial a fijar los salarios pero no se le da la partida. Entonces probablemente tengamos que votar algo extra para el Poder Judicial.

Se contrae todavía más la situación de los sueldos militares. Pero ya se habla en Olivos de los sueldos de los militares. Es seguro que de alguna manera, directa o indirecta, habrá que arreglar todo esto.

Se piensa en el ahorro obligatorio; pero en materia de ahorro obligatorio –al paso que vamos- no entrará un solo centavo este año. De manera que habrá una laguna de 260 millones de Australes que no se van a recaudar.

Todas estas consideraciones nos llevan a una reflexión: el déficit del presupuesto es atacado, fundamentalmente, por el aumento de las cargas sobre el sector privado y no por la reducción de gastos. El sector privado está haciendo una contribución adicional que supera los 3.600 millones de Dólares. Aquí se dijo hace poco, cuando discutimos el tema de ahorro obligatorio, que se busca que paguen más los que más tienen. Esta es una afirmación que tiene u tinte demagógico, pero en la práctica no es así.

El ahorro forzoso –que no es un impuesto, porque según dicen algún día lo devolverán- puede representar en algún momento 260 millones, pero mientras tanto ya se le habrán sacado a la población 3.600 millones de Dólares mediante una explosión de tarifas, con las retensiones hechas a los chacareros y con una mayor reducción en el poder adquisitivo de los salarios.

De manera de que aquello de que se le saca al que más tiene no es cierto –por lo menos en este caso-; se le saca a toda la población 3.600 millones de dólares contra 260 millones de ahorro forzoso.

Lo único que se está haciendo es aumentar los impuestos, porque en materia de reducción de gastos esta Cámara no tiene noticias acerca de lo que se va a hacer. Se habla de privatizar empresas pero no se lleva a cabo la privatización. En este presupuesto no juegan para nada las transferencias al sector privado de actividades que hoy realiza indebidamente el Estado.

Para justificar este problema de que todo se resuelve por la vía de cobrar más impuestos y de presionar más al sector privado se da una explicación que en realidad constituye una falacia. Se dice que no hay aumento de la carga impositiva sino que lo que ocurre es que se convierte un impuesto implícito –como es la inflación- en un impuesto explicito que ahora se pone en evidencia. Eso es totalmente erróneo. El impuesto inflacionario se produce cuando la comunidad ya no está dispuesta a pagar impuestos explícitos; por eso se emite moneda y hay inflación. Cuando se quiere hacer explícitos los impuestos la reacción de la sociedad es no pagarlos. De modo que cuando hagamos el balance de este presupuesto veremos si es cierto que la comunidad estaba dispuesta a pagar en forma explícita lo que antes ingresaba por vía inflacionaria. El caso FONAVI, varias veces citado, es una clara muestra de que la gente no está dispuesta a pagar.

Para señalar algunos aspectos puntuales, quiero hacer notar que siguiendo la tónica utilizada anteriormente, en el área de defensa se reducen 188 millones de Australes. No sé como se va a compatibilizar esto con la situación perfectamente conocida y el estado de desintegración que se está produciendo en los cuadros de oficiales y suboficiales.

A la enseñanza privada se le restan 33 millones de Australes.

Por otra parte las cajas de subsidios familiares –tal como se ha sido señalado- tienen que contribuir con 166 millones de australes para cubrir el déficit del sistema de seguridad social, lo cual prácticamente implica una malversación, porque el dinero que se aporta a las cajas de subsidios familiares debe destinarse a pagar dichos subsidios y no a compensar el déficit. En todo caso, si sobra dinero se pueden aumentar los subsidios o disminuir las contribuciones, pero no hacer este tipo de transferencias.

En el sistema de seguridad también hay una quita de 42,9 millones de australes. Esto no es demasiado lógico porque cuando tratamos el proyecto sobre defensa nacional encargamos a las fuerzas de seguridad a lucha contra la guerrilla y la subversión y no creo que ayudemos mucho a librar dicha batalla restándole recursos. Podemos hacerlo con las fuerzas armadas porque ahora están aliviadas en su tarea, pero no con las fuerzas de seguridad porque la lucha contra la guerrilla la deben librar ellas Por lo tanto, démosle los medios porque de lo contrario lo pagaremos caro.

En el rubro pasividades, constituido por jubilaciones privilegiadas o especiales, hay una quita de 177 millones de australes. No sabemos cómo se va a lograr esto salvo que se suspendan las jubilaciones privilegiadas con efecto retroactivo.

Habría muchos otros temas de carácter puntual, pero no vale la pena entrar en detalle ahora, dado que estamos haciendo una crítica global del presupuesto.

En cuanto a la marcha de este presupuesto quiero decir que en el primer semestre de este año los gastos han sido superiores a los del año anterior. El déficit alcanza al 7,7 del producto bruto y supera el 10 por ciento si consideramos el déficit cuasifiscal.

En el segundo semestre los gastos tampoco disminuyen, y sin embargo se dice que el total del déficit no va a pasar del 2,5 por ciento, incluyendo el cuasifiscal, aunque no hay ninguna demostración de esta aseveración. No sabemos como se puede lograr ésta notable perfomance, por las razones expuestas tenemos grandes dudas en cuanto a que se pueda cumplir.

Aquí surge otra reflexión: si todo esto es posible, ¿por qué no se lo hizo antes? Durante un año y ocho meses despilfarramos alegremente creando el déficit y la inflación más grande para darnos cuenta de que en el segundo semestre de este año tenemos que hacer todo el esfuerzo. Parece que hubiera dos gobiernos: uno antes y otro después del 14 de junio.

Dije en esta Cámara que cuando se habla de la herencia recibida no se sabe si se hace referencia a la del Proceso o a la de Grinspun. Pareciera que el 14 de junio comenzaron una vida nueva y un nuevo gobierno para el país; ojalá sea así, porque lo anterior no era bueno.

De todas formas, si esto se puede hacer en un solo semestre, ¿Por qué no lo hicimos antes? ¿Por qué hacer sufrir a toda la población y desorganizar las empresas para recién después darnos cuenta que hay que poner la casa en orden?

Otras dudas que nos surgen en cuanto a las empresas que deben depositar 200 millones de Dólares mensuales. Lo cual representa el 70 por ciento de los intereses que se tienen que pagar. Estamos tratando de averiguar si los depositan, porque si no lo hacen, sería una manera de disimular o postergar la evidencia del déficit. Además si se depositan en el Banco de la Nación, debe hacérselo en una cuenta equivalente al fondo unificado, que naturalmente el gobierno tomará para sus necesidades de caja y de tesorería. Ahí hay otro problema: si así se hace, el Banco Nación debería depositar en el Banco Central en activo financiero indisponible o debería afectar los efectivos mínimos. Si no lo hace estaría violando las normas técnicas del Banco Central, y si esos fondos los toma el Estado las empresas siguen acreedoras de él. ¿Cómo hará el Estado para concretar su devolución? No son cifras menores; se trata de 200 millones de dólares mensuales en concepto de intereses.

Otra duda la constituyen los bancos oficiales de provincia; y no sabemos si hasta el propio Banco
Nación. Salvo alguna honrosa excepción ningún banco oficial de provincia está cumpliendo con las normas técnicas del Banco Central. No les importan los activos financieros ni los efectivos mínimos. Además, los gobiernos provinciales les piden financiar sus respectivos déficit, con lo cual aquellos alivianan la presión de sus reclamos sobre la Tesorería. ¿Qué hacen los bancos oficiales de provincia? Concurren al Banco Central para pedir redescuentos; este ya ha concedido algunos y va a seguir otorgándolos porque de lo contrario habrá que cerrar las puertas de esas instituciones financieras provinciales. Veremos si se hace o no.

No sabemos -y no lo hemos podido averiguar- qué pasa con el Banco de la Nación, porque si no cumple las reglas, tiene un enorme caudal de expansión disponible que es netamente inflacionario. Entonces aquí, aunque no se emita por una razón, se lo hará por la otra. Este tema de la no emisión tenderemos que escarbarlo muy bien con un bisturí para ver por donde están los disimulos.

Indudablemente el enfoque que ha adoptado el gobierno en el sentido de mostrar la realidad al país y poner énfasis en el control de la inflación, colocando en evidencia una serie de verdades muy conocidas pero que antes no habían sido expuestas por él, es un paso positivo hacia delante. Aunque estamos criticando la terapéutica empleada –que lleva a comprimir el país en lugar de agrandarlo- no podemos dejar de reconocer el paso que se ha dado en el sentido de enfocar el problema como se debe. Es muy importante. Esto abre una esperanza porque si el gobierno estuviera dispuesto a dar el segundo paso para salir realmente de la terapéutica errónea, nada estaría perdido.

Precisamente, la solución reside en liberar todo, después de este primer shock de confianza en el sentido de que la población cree que se está parando la inflación. Ahí tendríamos una salida mayor.

Ya eso es una verdadera revolución de la estructura económica a la que se refería el señor miembro informante de la mayoría. O estamos en vísperas de este paso o que no se hable de reactivación.

Incluso se ha hecho referencia a las privatizaciones. Algunos lo hicieron con gran dolor y otros con entusiasmo. Pero la reactivación en que piensan quienes dicen esto no es verdadera.

Tiene razón el gobierno cuando sostiene que no va a emitir para reactivar. Por suerte aprendieron eso, porque de lo contrario tendríamos nuevamente el efecto inflacionario. Pero entonces, ¿en qué reactivación se está pensando?, ¿por qué medio se va a reactivar la economía? Si no hay inversiones, Si no hay aumento de consumo - no lo puede haber porque para esto último tienen que otorgarse mayores salarios o existir más personas empleadas. ¿de dónde vendrá la reactivación?

La verdadera reactivación no la hace el gobierno, no la puede hacer. Sólo las empresas privadas la pueden lograr. Pero para eso es necesario que el gobierno cree las condiciones. Esas condiciones significan una moneda estable, que no haya déficit de presupuesto, que no haya emisión, que los grandes campos de la economía estén abiertos a los capitales privados y no circunscriptos a los monopolios y oligopolios estatales.

Hoy se hizo referencia a este último aspecto, sin tener en cuenta que en la República Argentina los únicos monopolios u oligopolios que hay son estatales. De manera que es más simple decir que por culpa de la estructura estatal nos hallamos donde estamos, y no por los monopolios u oligopolios, dando la sensación de que son privados. Algunos lo son, pero porque el Estado ha dictado reglas económicas que han permitido su formación.

Por lo tanto, poner en evidencia la lucha contra la inflación y enfocar el problema en el presupuesto y en la no emisión, son aspectos muy positivos, sin embargo, es un procedimiento muy negativo hibernar al país de aquí en adelante.

Si somos capaces de dar un segundo paso e inclinarnos hacia una economía verdaderamente liberada, entonces sí el problema puede ir hacia delante. De lo contrario, en los próximos meses o quizá en semanas afrontaremos grandes preocupaciones, porque la tasa recesiva y la desocupación van más rápido de lo que muchos suponen.


Transcripto del original en papel por Claudia Bonzo, corregido por Pablo Parenti

Nota: Es nuestra intención transcribir el libro completo, material que iremos subiendo a medida que este listo. Una vez terminado el trabajo se armara el (PDF) para su descarga. Siendo este libro edición del Congreso de la Nación y no habiendo en sus páginas nota que indique lo contrario, creemos de buena fe que podemos hacerlo sin infringir ley de propiedad intelectual alguna.

29 de mayo de 2015

Reducir el tamaño del Estado





Frase extraída del discurso del Ing. Alsogaray en la Cámara de Diputados de la Nación el día 14 de agosto de 1985.
Para leer el discurso completo hacer click aquí

La Destrucción de nuestra amada Patria:

Por Prof. Carlos A. Mendez Thort


Resumen de la Herencia de Doce años
de Kirchnerismo en nuestra Argentina
.

1. Del kirchnerismo no se puede rescatar nada bueno ni positivo sino todo lo contrario. Fue todo su pervertido accionar tan dañino, gorila, y gramscista, que tan sólo logró profundizar nuestras peores miserias económicas, sociales, psicológicas, e inmorales contra nuestros propios conciudadanos más pobres y éticamente carenciados de nuestra amada Patria Argentina desde el año 2003 hasta hoy.

2. La heterodoxia menemista fracasó de raíz desde Enero de 1998 hasta Diciembre del 2003. Nos llevó a la hiperinflación, a la crisis de 2001, y ahora a perder una de las mejores oportunidades que la Argentina ha tenido en toda su desastrosa historia desde 1945 hasta hoy, por la combinación extraordinaria del precio de las commodities y una tasa de interés cero en todo el mundo civilizado de Occidente.

3. El kirchnerismo,es conceptualmente una forma solapada de gramscismo disfrazado de peronismo, y socio-económicamente nos ha hecho retroceder hasta el sangriento golpe de estado cursillista del torturador Onganía de 1966. Hoy se han vuelto a discutir cuestiones superadas en todo el mundo,tales como los controles de cambio, la emisión de papel moneda sin respaldo, la inflación, y si tener déficit es moralmente bueno o malo.

4. Nuestra población de nuestra amada Patria Argentina es una sociedad medieval que está mental y moralmente enferma,y que para colmo goza con sufrir del síndrome de Estocolmo. Sigue pidiendo la presencia y protección freudiana de la teta del Estado, cuando es el tamaño del Estado, y el rechazo al sistema industrial de libre comercio lo que nos ha llevado a todos nosotros a sufrir en este lugar mental y moralmente tan miserable en el que estamos todos los argentinos.

5. Desde 1945 hasta hoy perdimos más de 100 puestos en el ranking mundial del ingreso per cápita...¿Y qué pasó en todos estos años tan trágicos?... ¿Acaso fueron las tan temidas políticas liberales?... No, fueron modelos corporativistas, militaristas,y nazi-franquistas. Pues este mismo sistema económico de populismo corporativista, estatista, y nazi-franquista, el cual fue copiado por el nazi Jauretche en 1945 de la infame Sociedad Laborista Fabiana de Lóndres, es el sistema culpable de todo el daño sociológico que nos ha destruido para siempre.

6. Para eliminar el cepo al dólar habría que implementar un casi imposible programa económico muy consistente que escapa a nuestras posibilidades políticas, el cual se tendría que basar en un plan con dos caras:...Una primera que consiste en un fuerte ajuste fiscal de los gastos estatales,echando a todos los S.S. de "La Cámpora", y poniéndoles entre rejas. Y la otra cara es pagando las deudas que el estado tiene gracias al derroche kirchnerista, y no existen fuerzas morales en todo nuestro país que sean siquiera capaces de lograr tal hazaña, pues la misma es digna de los míticos trabajos de Hércules, ó de las antiguas legiones romanas del César Marco Ulpio Trajano, por todo ello ya los argentinos nos hemos suicidado para siempre, tanto como Pueblo, como Nación, y como Estado.

7. Conociendo a los narco-montoneros gramscistas desde la sucia Guerra del Viet Nam hasta hoy, no es para nada inexplicable cómo a la infame Pestilenta Cretina de Kirchner no se le cae la cara de la vergüenza por haber ordenado el antisemítico asesinato pro-iranio de nuestro heroico fiscal Dr. Don Alberto Nisman... ¿No eran estos kirchneristas el gobierno del desendeudamiento?... ¿Pero como ahora se vuelven a endeudar?... ¿Y resulta que de pronto está moralmente bien endeudarse?...

8. La soberbia del amoral de Kicillof ya de tan homosexual es salvajemente ignorante en los temas económicos que él mismo en su enfermizo delirio se vanagloria de saber. Desde que él es ministro nuestra economía argentina no creció ni un sólo mes, el cepo se agravó, y los únicos países con los que tenemos relaciones comerciales son países tan fascistas e islamo-comunistas, tales como son las sangrientas tiranías infrahumanas de Irán, Siria, Jordania, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Cuba, Rusia y China.

9. Esta monstruosa tiranía proletaria kirchnerista, encabezada por la montonera Pestilenta Cretina de Kirçner-Ostoiç, nos dejará a todos de seña, pues como regalo y como herencia eterna recibiremos el macabro premio de un gigantesco déficit fiscal imposible de manejar, una deuda tan impagable que pesará sobre el futuro de todos nuestros descendientes y sucesores, una economía estancada para toda la eternidad, la cual será recesiva para siempre, y un tipo de cambio atrasado imposible de actualizar. En indicadores tales como pobreza e indigencia de nuestras clases carenciadas, todos los argentinos estamos mucho peor que en el pozo sin fondo en el cual ya estábamos sumidos desde mediados de 1966 hasta 1989, y aun peor en en las décadas de plomo de 1970 y de 1980. Este desolador panorama ya no tiene ninguna solución posible, pues las fuentes morales de nuestra población se han esfumado como humo de marihuana.

10. Existe una pervertida idea equivocada en nuestra baja población criolla de nuestra amada Patria Argentina, que es pensar que el sistema industrial de libre comercio traerá beneficios para unos pocos, cuando en la realidad este modelo militar estatista, corporativista, y nazi-franquista desde 1945 hasta hoy es el infinito culpable, pues solo trajo beneficios para la oligarquía de los funcionarios estatales,y la peor miseria inmoral de tipo socio-económica para todo el resto de las grandes mayorías de nuestra conciudadanía argentina.

Defensa Nacional





Frase extraída del discurso del Ing. Alsogaray en la Cámara de Diputados de la Nación el día 21 de agosto de 1985.

Para leer el discurso completo hacer click aquí

Alvaro Alsogaray - Discursos - Defensa Nacional

Reunión 23ª - 21 de agosto de 1985



(Viene de aquí)


Sr. Alsogaray.- Señor presidente: el texto del proyecto de ley que estamos tratando, y sobre todo los fundamentos y argumentos expresados por los miembros informantes y por algunos de los señores diputados que me han precedido en el uso de la palabra, traducen una obsesiva preocupación por la llamada doctrina de la seguridad nacional. Constituye ésta el villano de la escena.

En términos militares, habría que aniquilarla, ya que esa doctrina sería la causante del autoritarismo y de todos los males que hemos soportado durante los años recientes.

Si bien la definición de esa doctrina no ha sido muy feliz ni demasiado precisa, hay un elemento que puede darnos la clave para entender las razones de es obsesiva preocupación a la que me he referido.

Se ha dicho que esta doctrina asigna una primera prioridad a la lucha contra el comunismo y la subversión a costa de cualquier otra consideración. Con ello se quiere señalar que se parte del supuesto de que para combatir al comunismo y a la subversión algunos grupos o sectores, dentro y fuera de las fuerzas armadas, propician la ruptura del orden constitucional a fin de establecer un gobierno autoritario que sería el único capaz de enfrentar con éxito a esos enemigos. Esto implica obviamente el avasallamiento del estado de derecho y la destrucción del sistema democrático.

Esa interpretación es totalmente falsa; no refleja la única alternativa. El hecho de que algunas veces determinados sectores hayan creído en la necesidad de un gobierno autoritario para combatir la subversión no quiere decir que haya otras soluciones y ni siquiera que la sugerida sea la más potable.

La lucha contra el comunismo y la subversión efectivamente debe librarse. No está en nuestras manos decidir si queremos emprenderla o no ya que nos es impuesta desde afuera. Tampoco podemos renunciar de antemano a ella; implicaría aceptar recorrer el camino de totalitarismo marxista, que es en definitiva el camino de la servidumbre y la esclavitud. Esta lucha debe ser librada en todos los terrenos en que se nos obligue a hacerlo, porque en ello va la supervivencia de nuestro estilo de vida, de nuestras instituciones democráticas, de nuestra Constitución y en definitiva, de nuestras libertades individuales.

He dicho que la creencia de que es necesario un gobierno autoritario para llevar a cabo esta lucha no constituye la única alternativa y que ni siquiera es la hipótesis más probable. La solución definitiva reside en la vigencia de una verdadera democracia, de una democracia que se apoye en el estado de derecho y que no haga concesiones a los adversarios. Las democracias híbridas, vacilantes o contemporizadoras, que creen que resignando principios y cediendo posiciones al enemigo lo van a apaciguar, nunca han sido un freno o una valla para la agresión disolvente; más bien, le han abierto el camino.

La clave de esta cuestión fundamental está en el artículo 2° del proyecto de ley, que dice lo siguiente: “La defensa nacional es la integración y acción coordinada de todas las fuerzas morales y materiales de la Nación, para enfrentar las agresiones de origen externo…”. Con este artículo y sus correlativos, no la defensa nacional como concepto ni las fuerzas armadas como instrumento de acción tienen nada que ver con la guerra subversiva que puede desatar en cualquier momento el comunismo o cualquier otro totalitarismo. Se ignora así la hipótesis de guerra mas probable, la que se puede verificar en cualquier momento, en el instante en que el imperialismo internacional que la dirige crea que ha llegado la hora de transformar a la Argentina otra vez en un teatro de operaciones. Esta hipótesis de guerra es la más probable y el texto del proyecto la ignora totalmente.

Por otra parte creer que solo la existencia de un gobierno democrático constituye una valla infranqueable al comunismo y la subversión es de una suprema ingenuidad, por no decir de una ceguera suicida. Véanse los casos de Bolivia, Nicaragua, Perú, Colombia y El Salvador, donde movimientos o gobiernos democráticos son acechados constantemente por la acción subversiva, algunos de los cuales han caído y otros pueden sufrir igual destino en cualquier momento. En la historia contemporánea hay numerosos casos donde gobiernos democráticos –por ejemplo, Checoslovaquia –cayeron por la acción subversiva del comunismo porque creyeron precisamente que el solo hecho de ser democráticos bastaba para combatir a este enemigo.

La democracia debe ser fuerte para librar con éxito esta lucha que nos es impuesta y debe serlo tanto en el plano ideológico como en el de los medios materiales que la sociedad está dispuesta a organizar para esta defensa.

El proyecto se refiere fundamentalmente a los medios materiales y excluye de ellos a las fuerzas armadas. Esto es un verdadero desatino. Lo relativo a la lucha ideológica no aparece en el texto del proyecto que estamos discutiendo, pero si en el trasfondo de muchas de las argumentaciones escuchadas en este recinto y fuera de él. 

Se ha hablado de democratizar a las fuerzas armadas y de modificar sus planes de estudio para que sean más democráticos. Lo que ocurre es que al expresarse de esta manera probablemente no se sepa de qué se está hablando.

También debemos señalar, sobre todo, que se omite algo fundamental, Para librar la batalla en el terreno ideológico las fuerzas armadas deben estar conscientizadas desde el inicio de sus estudios en el Colegio Militar en el sentido de la defensa de la Constitución Nacional, pero no sólo de la segunda parte –que es la que preocupa siempre a los que defienden la democracia formal- , sino de toda la Constitución Nacional. Esta es liberal, les gusto o no, a muchos de los que ha invocan.

Por lo tanto el ideal de la libertad es el que debe inculcarse en los institutos castrenses a todo lo largo de la carrera militar. Y se debe hacer porque solamente con el sostén de los valores morales se puede librar una verdadera guerra.

De manera que, como señalé antes, es necesario enfrentar al adversario en el plano ideológico y en el de los medios materiales. Para esto último esta ley no sirve; excluye a las fuerzas armadas de la obligación de librar la lucha. Las lleva a no poder cumplir con la Constitución Nacional, ya que las fuerzas armadas no podrían –cómo lo exige el artículo 21 de nuestra Ley Fundamental- organizarse en defensa “…de esta Constitución…” en caso de que esta fuera atacada por la acción disolvente de la guerra subversiva y no por la agresión externa. Entonces, aquellas no tienen ningún papel que jugar contra el enemigo interno.

Otras de las razones que con carácter puntual podemos señalar es que el proyecto revela un desconocimiento completo sobre la organización militar. Si se quiere confiar la guerra antisubversiva solamente a los organismos de seguridad y la policía, vamos a duplicar esfuerzos. No veo cómo únicamente la policía y las fuerzas de seguridad podrían haber librado una guerra como la de Tucumán. Se ha invocado la expresión de Perón, quien dijo que sabía mucho de guerrilla. ¡Por supuesto que sabía! Pero no bastó con la policía, como el quiso hacer; sus sucesores tuvieron que convocar a las fuerzas armadas para aniquilar la acción subversiva. Ningún gobierno futuro podría hacerlo invocando esta ley.

Considero que es redundante insistir sobre esto porque todos estamos convencidos de lo que señalo; pero solamente por razones de otro tipo nos hallamos abocados al tratamiento de un proyecto parcial, inoportuno e insuficientemente estudiado por más que se hayan estado dando muchas vueltas en la Comisión de Defensa. Por lo tanto, entiendo que el proyecto debe volver a comisión, para lo cual formulo expresamente moción de orden, a fin de que se haga un análisis mucho más profundo a la luz de los principios que algunos hemos expuesto en este recinto.


Transcripto del original en papel por Claudia Bonzo, corregido por Pablo Parenti

Nota: Es nuestra intención transcribir el libro completo, material que iremos subiendo a medida que este listo. Una vez terminado el trabajo se armara el (PDF) para su descarga. Siendo este libro edición del Congreso de la Nación y no habiendo en sus páginas nota que indique lo contrario, creemos de buena fe que podemos hacerlo sin infringir ley de propiedad intelectual alguna.

28 de mayo de 2015

Otra historia

Por Elena Valero Narváez (*)





Cierto resquemor inspiró a los historiadores el decreto presidencial que creó el Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoaméricano, Manuel Dorrego. Desde allí, se difundirá en escuelas, privadas y públicas una historia que deja de lado las figuras que representaron el ideario liberal de la Constitución de 1853.


Desde hace un tiempo se pretende opacar a figuras de inmensa relevancia que constituyeron el período conocido como la Organización Nacional -1853-1880- y el de los gobiernos conservadores-liberales (“la oligarquía”:1880-1916).

La constitución de 1853 de base liberal, la unificación del país lograda abatiendo definitivamente al caudillismo, terminar con la frontera indígena, la atracción de inmigrantes y capitales, el desarrollo del comercio y la educación fue fundamental en el camino de la formación de la Argentina moderna.

Desde el Instituto, se reivindicará a “todos aquellos que defendieron el ideario nacional y popular ante el embate liberal y extranjerizante”.

La ideología liberal influenció no solo a los revolucionarios de Mayo, también a los unitarios y federales. El único federalismo que existía, era el norteamericano. Dorrego había vivido en Estados Unidos y era admirador, como Sarmiento, del sistema político de ese país. Llamó a EEUU “país clásico de la libertad” y expresó que:”la Constitución debe ser ventajosa no solo para los ciudadanos que encuentran su subsistencia y conservación dentro del país, sino también para los que la busquen fuera de él, en cualquier parte que sea”

Con el decreto se trata de imponer ideas que opacan la luz de la tolerancia y el espíritu abierto que caracteriza a la democracia y, sobre todo, dejar de lado la objetividad científica que desistirá de respirar si prospera un autoritarismo hegemónico.

La Historia es una ciencia que intenta describir y explicar los hechos irrepetibles del pasado mediante información lo más completa posible. Como las teorías de otras ciencias son también provisorias, pueden ser analizadas, revisadas o reemplazadas si no se adecuan a la realidad o se hacen incompatibles con ella por el descubrimiento de nuevos hechos.

Como bien señala Karl Popper, las técnicas y métodos (documentos, biografías, entrevistas, encuestas, lenguaje común, etc) compartidos por la comunidad de historiadores permiten un control recíproco de la contrastación, la discusión, y el análisis de los datos.

El historiador va, como todos los científicos, detrás de la verdad que, contrariamente a lo que trasunta el decreto, no es relativa, aunque la mayoría de las veces no sepamos si la hallamos.

El empleo de medios políticos para imponer ideas que ayuden a instaurar una historia a medida de los gobernantes y una doctrina oficial va en contra de la libertad de la crítica, la libertad de pensamiento y acaba por disminuir la libertad de los ciudadanos.

Los artículos del decreto muestran, además, un intento de intervención del gobierno por dominar la cultura, interviniendo en la música, el arte en general.

En los últimos años han aparecido pseudo-historiadores que pertenecen al club de intelectuales que antes de ver si las explicaciones históricas coinciden con los hechos se preocupan por quién es el que las sostiene y si coincide o no con las hipótesis que ellos apoyan. Por ello descalifican a serios historiadores, por ejemplo, por no haber tenido en cuenta al pueblo, al que endiosan.

Descalifican llamando reaccionarios, oligarcas, demoliberales, enemigos del pueblo, retrogrados y con otros epítetos, a quienes no hacen Historia a la medida de sus intereses. Solo consideran a su ideología como correcta. La usan como instrumento político de dominación ideológica, sin que importe su contenido de verdad. La objetividad, para ellos, está siempre ligada a sus ideas políticas.

Lamentablemente, años de socialización nacionalista, han influenciado el discurso ideologista no solo de un grupo ligado a los requerimientos del poder -mal llamado historiadores- sino también a periodistas, políticos, maestros y a mucha otra gente.

En el decreto, entre los que se quiere revalorizar como preocupado por el pueblo, se encuentra Facundo Quiroga. Sin embargo,el liderazgo de los caudillos fue oligárquicos. Muchos fueron grandes propietarios rurales y como señala Halperín Donghi,a pesar de su base popular, no mostraron capacidad operativa para crear ni para distribuir riqueza pero sí para la expoliación de un sector de la clase dominante, el que se oponía al caudillo. No concedían gratificaciones populistas tangibles a las masas, como lo hizo Perón.

Además, los caudillos temían un acuerdo general y de autoridades nacionales que pudieran afectar el poder que tenían en sus regiones. Rosas estaba tan ligado a los intereses “porteños”, en los hechos, como los unitarios de Buenos Aires, sin embargo, continúa una visión distorsionada de los caudillos: se los define como gauchos que luchaban por los derechos populares y que defendieron los intereses regionales en contra del centralismo porteño. La Historia no es tan simple. Un ejemplo: El Chacho Peñaloza cuando se independiza de Quiroga actuó primero como antirosista y luego como antimitrista.

Los sectores populares operaron de meros apoyos a las decisiones esenciales, en las que no tuvieron ninguna participación y sobre las cuales no pudieron ejercer ningún control. Su participación siempre fue en el marco de un dominio incuestionable del caudillo a quien respaldaron en la defensa de la autonomía económica de las provincias que dominaban.

No hay cabida, entre estos intelectuales, para una refutación racional como siempre sucede con la Historia ligada a intereses políticos.


(*)Elena Valero Narváez (Analista política, Periodista e Historiadora)
Vicepresidente 1ª de la Unión de Centro Democrático (UCEDE)
evaleronarvaez@hotmail.com

Alvaro Alsogaray -Discursos - Impuestos: ahorro obligatorio (1985)

Reunión 21ª - 14 de Agosto de 1985


(Viene de aquí)

Sr. Alsogaray.- Señor presidente: la fundamentación de este proyecto se apoya en la lucha emprendida por el gobierno contra la inflación y encuadra dentro del plan económico lanzado el 14 de Junio.

La dificultad para analizar estos temas es que parecería que hemos vivido dos periodos gubernamentales muy separados: antes del 14 de Junio y después del 14 de Junio. Incluso ya no sabemos si la palabra “herencia” se aplica a los gobiernos militares o al grupo de funcionarios que actuaron durante los primeros dieciocho meses de este gobierno.

Es bastante difícil diferenciar una cosa de la otra, sobre todo porque, a medida que pasa el tiempo, la “herencia vieja” es sustituida por la “herencia nueva”, y cada día –repito- tenemos mayores dificultades para entendernos. 

Nos place mucho lo que han señalado en declaraciones públicas el señor presidente de esta Cámara y el señor presidente del bloque de la mayoría en el sentido de que se nos ha arrebatado nuestras banderas. Yo cambiaría la palabra “arrebatado” para decir que se las cedemos con toda cordialidad y entusiasmo.

Por fin, luego de muchos años y de dieciocho meses de explicar las cosas, hemos logrado que el señor presidente de la República se definiera en cinco puntos que consideramos fundamentales. El primero de ellos se refiera a que el tema económico es fundamental; si no lo resolvemos corren peligro las instituciones, nuestro estilo de vida y nuestro sistema político, es decir, la democracia. Antes se decía que una vez resuelto el problema de la democracia, los demás problemas, sobre todo el económico se resolverían por añadidura. Ahora, no.

En segundo lugar, se dice que dentro del problema económico lo fundamental es la inflación. Todos los días advertimos una fuerte propaganda para convencernos de que la inflación es grave. Por supuesto que nosotros no la necesitábamos. Tal vez lo mejor hubiera sido que el gobierno anterior –me refiero a los primeros dieciocho meses- lo hubiera comprendido así, ya que su perfomance no fue buena: logró elevar la inflación de 434 por ciento al 1.015 por ciento.

En tercer término, dice el presidente que los métodos gradualistas no sirven para controlar la inflación y que, por lo tanto, debemos actuar drásticamente. Otra coincidencia fundamental. Desde el primer día de Martinez de Hoz dijimos que con gradualismo no irían a ninguna parte; y los sostuvimos siempre, pues entendemos que el método gradualista no sirve para contener la inflación.

En cuarto lugar, tenemos el reconocimiento de las verdaderas causas de la inflación. Por primera vez el gobierno las ha señalado: el tamaño del Estado, el déficit y la emisión espuria de moneda. Antes se decía otra cosa, que la inflación se debía a la puja de sectores, a la perversidad de los comerciantes, industriales y productores que se transforman en especuladores, a las multinacionales, a la Trilateral, a la deuda externa y, por qué no, a la marcha de los astros. Pero nunca se había señalado con claridad todo esto, es decir el tamaño del Estado, el déficit y la emisión espuria de moneda, como causantes de inflación.

No son éstas palabras mías, sino lo manifestado por el presidente de la República en sus mensajes.

Y el quinto punto –dicho esto por el ministro de Economía- es el que se refiere a la imposibilidad de aumentar el salario real y la actividad económica por medio del simple procedimiento de elevar la demanda interna por la vía de la emisión monetaria; error que se había cometido al iniciar el gobierno y que ya no se cometería más.

De manera que estás cinco premisas –o banderas, si se quiere- han sido finalmente comprendidas, lo cual nos place, y constituyen ahora el fundamento del plan económico del 14 de junio. El hecho de coincidir con ellas y con el diagnóstico que se deduce de ellas no quiere decir que coincidamos con la terapéutica puesta en marcha.

Obviamente nosotros hubiéramos liberado todo; en cambio, el gobierno decidió, sobre las base de los mismos fundamentos, hibernar el país, congelarlo, colocar controles de todo tipo: de precios, de salarios, -ni siquiera éstos se pueden aumentar en la República Argentina- , de tasas de interés, de créditos, de exportaciones, etcétera. Todo está congelado e hibernado en la Argentina. Pero esto lo discutiremos mas adelante cuando hablemos de presupuesto.

En todo caso, lo destacable, es que hay que reducir el déficit presupuestario. Y aquí es donde encaja nuestro tema de hoy: para reducir el déficit del presupuesto se propone el ahorro obligatorio. No uso el término forzoso, porque una vez se me criticó por su utilización, ya que me hicieron notar que no era forzoso, sino obligatorio. Me pregunto ¿por qué utilizar las palabras tan contradictoriamente? ¿Por qué usamos la palabra ahorro obligatorio? Si es obligatorio, no es ahorro. El único ahorro obligatorio o forzoso es el que se práctica en los países socialistas. Se implantó en la Unión Soviética y así funciona desde su propia creación. Ahí ahorran todos a la fuerza.

En los países democráticos no podemos entender que el Estado nos obligue a ahorrar; si que nos imponga una contribución o un impuesto, pero no un ahorro forzoso ya que en castellano esta expresión es incongruente.

Es obvio que el gobierno necesita recursos. Nosotros estaríamos dispuestos a proporcionarle todos los recursos de urgencia que nuestra inventiva nos permitiera imaginar, pero a condición de que simultáneamente se nos diga dónde se reducirán los gastos del Estado; porque el problema no está en aumentar los recursos sino en disminuir los gastos. Hay que disminuir el tamaño del Estado, su gasto y sus inversiones, lo cual nos permitirá reducir el déficit.

De manera que la condición para aprobar un proyecto de esta naturaleza es que simultáneamente se diga con claridad, sin eufemismos, sin hablar mas de Opalinas Hurlingham o Siam –que son como los soldados de Aída, que pasan por el escenario cada vez que hay anuncios de privatizaciones-, qué es lo que se va a privatizar. Tan pronto como un funcionario pronuncia, con gran disgusto, la palabra privatización, surgen las reacciones y las prevenciones, tales como por ejemplo, la de no tocar Austral.

El gobierno debería decir con claridad qué es lo que va a privatizar para poder reducir el déficit por la vía racional de no gastar tanto en lugar de estar exprimiendo cada día más al contribuyente.

Sobre la reducción de los gastos no sabemos nada. Tal vez lo sepamos cuando analicemos el presupuesto, aunque hay una dificultad, porque se presenta para todo el año, y no sabemos cuanto es lo que ya se ha gastado. Es difícil determinar si el presupuesto se puede cumplir. Deseamos que se cumpla, a pesar de que se trata de un presupuesto inflacionario; sin embargo, tenemos grandes dudas al respecto. Discutiremos este tema más adelante.

Pasando a otro aspecto de la cuestión, debo decir que hoy me ha ocurrido una cosa rara, tengo que coincidir en algo con el Diputado Monserrat. (Risas.)

Muchas veces se ha utilizado en estos días la expresión demagógica de que hay que cobrarle al que más tiene y al que más puede. Digo demagógica, porque es algo en lo que estamos todos de acuerdo, pero al repetirlo tan seguido parece que conllevara otra intención. Por otra parte, en este caso, lo que se dice no es cierto.

El ahorro obligatorio, puede proporcionar 260 millones de dólares o su equivalente en australes. Este ahorro se supone que es un esfuerzo que se impone a los que más tienen, a aquellos que poseen mayores rentas o patrimonio y con el que se piensa obtener 260 millones de dólares. Pero debemos tener en cuenta que a la población, aún a la más pobre se le pide un esfuerzo de 3.600 millones de dólares, que se descomponen de la siguiente manera: 2.200 millones en tarifas, 500 millones que se le saca a los agricultores por la vía de la elevación de las retenciones, y 900 millones que se espera ahorrar en concepto de sueldos de todo el personal del Estado. Esos no son lo ricos no son precisamente los que mas tienen, sino que se está haciendo una quita indiscriminada. De manera que hay una gran desproporción entre el esfuerzo que se le pide a la población, del orden de los 3.600 millones de dólares, y los 260 millones que se piensa recaudar por medio de este empréstito.

Además, hay otros dos detalles que cabe señalar dentro el artículo. En primer lugar, se ha dicho que no se deben preocupar aquellos que durante 1984 tuvieron rentas y en 1985 no las tuvieron, ya que solamente se presume que durante este año las rentas serán iguales que las del año anterior. Es decir que podrán demostrar que en este año no hubo rentas, aunque será muy engorroso hacerlo y, por otra parte, la Dirección General Impositiva tendrá que llevar a cabo un arduo trabajo para poder aceptar los reclamos. Este es un comentario de orden práctico acerca de un mecanismo que juzgo poco realizable.

En otro orden de cosas, deseo señalar que también se ha dicho que esta vez se va a detectar a los evasores. Si es así, ¿por qué no se detectan las evasiones en las que ya se ha incurrido? Si se admite que hay una gran evasión en los impuestos a las ganancias, sobre los capitales y el patrimonio neto, busquemos allí a los evasores. No esperemos este impuesto para prometer que ahora sí se detectarán los evasores.

Si una persona no declaró algo en 1984 no va a ingresar el ahorro obligatorio sobre la parte no declarada porque de lo contrario lo obligarán a ingresar el impuesto evadido. Es decir que de esta forma el evasor se verá premiado y tendrá un estímulo adicional para seguir evadiendo.

Por último, quiero hacer una referencia a algo que se dijo acerca de Alberdi al hablar éste del crédito de la Nación, que ha sido recogido en nuestra Constitución. Señaló Alberdi que se pueden contraer empréstitos en dinero sobre el crédito de la Nación. Pero en este caso no se trata de un crédito sino de una imposición. Nadie va a contribuir con el ahorro obligatorio en virtud del crédito de la Nación; lo hará porque el gobierno se lo impone, lo cual es completamente distinto. De manera que la cita de Alberdi es correcta desde el punto de vista de la referencia que se hizo aquí. Ella sigue siendo válida eternamente, pero no es de aplicación a este caso particular.



Sr. Alsogaray.- Brevísima, señor presidente.

Sobre el Empréstito 9 de Julio recomiendo al señor diputado preopinante que estudie bien cuál fue su significado. No voy a cometer la irreverencia de explicarlo en esta Cámara porque llevaría algún tiempo y además lo he hecho ya centenares de veces. Pero si necesitan eses empréstito como una sexta bandera, pueden usarlo.

En cuanto a que este empréstito es equivalente a otros usados en la Unión Soviética me sorprende. Nunca creí que la Unión Soviética quisiera arrebatarme esa bandera.



Transcripto del original en papel por Claudia Bonzo, corregido por Pablo Parenti

Nota: Es nuestra intención transcribir el libro completo, material que iremos subiendo a medida que este listo. Una vez terminado el trabajo se armara el (PDF) para su descarga. Siendo este libro edición del Congreso de la Nación y no habiendo en sus páginas nota que indique lo contrario, creemos de buena fe que podemos hacerlo sin infringir ley de propiedad intelectual alguna.

Alvaro Alsogaray - Discursos - Impuestos secretos de las informaciones financieras (1985)

Reunión 21ª - 14 de Agosto de 1985



(Viene de aquí)

Sr. Alsogaray.- Señor presidente: hemos expresado nuestra disidencia total al despacho en consideración y aunque obviamente nuestro voto no va a definir el resultado final de este tratamiento, quiero exponer las razones que nos llevaron a expresar esa negativa.

Nuestra posición es de carácter principista y la apoyamos precisamente en la Constitución Nacional, que está fundamental y esencialmente orientada a proteger los derechos de los individuos. La principal amenaza contra esos derechos está constituida por el abuso de los poderes del Estado.

En ese sentido todo avance –por pequeño que sea- que otorgue al Estado mayores atribuciones para controlar la vida privada de los ciudadanos es, en nuestra interpretación, un avance inconveniente y contrario al espíritu de la Constitución. El propio señor presidente de la República ha manifestado hace poco tiempo que en este sentido toda la legislación argentina parece estar orientada por la presunción de que todos son delincuentes, cuando en realidad la Constitución afirma el principio inverso: que se es inocente hasta que se pruebe lo contrario.

Obviamente, estamos de acuerdo con que hay que controlar la evasión y que para ello hay que crear los instrumentos adecuados, hay que elaborar y hay que poner en marcha una serie de mecanismos sobre los que no voy a insistir porque ya se ha señalado en este recinto que aún no se cuenta con ellos y que todavía existe una tremenda deficiencia al respecto y que muy poco se ha avanzado en el tema.

De manera que nuestra oposición principista no quiere decir que no deba controlase la evasión. Por el contrario, creemos que debe controlarse cada día más, pero mediante la adopción de métodos eficientes. Si no se los conoce se puede pedir asesoramiento y se encontrarán, porque se trata de un tema que ha sido muy estudiado en todas partes del mundo.

Solamente a título de ejemplo, para demostrar que existen otros procedimientos que no son los de adopción de medidas policiales, quiero insistir en algo que ha sido bastante graciosamente citado como justificación de los alcances de la medida que se pretende implantar. Se ha afirmado, en efecto, que la exención del secreto financiero abarca también a la Aduana a fin de que este organismo pueda investigar los ilícitos de sobre y subfacturación que se cometen. Incluso se han mencionado cifras millonarias en dólares como resultado del cometido de esos procedimientos. Pero si se cree que por la vía de la alteración del secreto bancario y financiero se va a controlar este problema se está en un profundo error, no van a encontrar nada.

Mucho más eficaz sería liberar los tipos de cambio, si así lo hacen, acabarán de un plumazo con estos procedimientos de sobre y subfacturación, porque con un sistema de cambios libres y con competencia esas maniobras no tienen lugar. Estas son las maravillas que consiguen los dirigistas inflacionarios que, contrariamente a lo que aquí se ha señalado, son los que han gobernado durante los últimos cuarenta años y no los liberales. Son los dirigistas inflacionarios y controlistas mediante métodos policiales los que consiguen ese éxito de que por ejemplo haya dos mil millones de dólares fugados del país, según se afirma.

Repito que mi consejo es que se liberen los tipos de cambio y de ese modo no van a tener que tomarse la molestia de “abrir” ninguna cuenta particular.



Transcripto del original en papel por Claudia Bonzo, corregido por Pablo Parenti

Nota: Es nuestra intención transcribir el libro completo, material que iremos subiendo a medida que este listo. Una vez terminado el trabajo se armara el (PDF) para su descarga. Siendo este libro edición del Congreso de la Nación y no habiendo en sus páginas nota que indique lo contrario, creemos de buena fe que podemos hacerlo sin infringir ley de propiedad intelectual alguna.

25 de mayo de 2015

25 de mayo 1810 - 2015



Al son del tambor

Por Elena Valero Narváez (*)
Octubre 2011




El gobierno decide cupos de importación y exportación, dibuja el índice oficial de precios, no honra las deudas, incumple las reglas de la comunidad internacional, evita la libre información, y decide entre muchas otras cosas que la ley no es igual para todos.
Podemos vaticinar que después del triunfo kirchnerista -lo dan por descontado hasta los opositores- los argentinos marcharemos al son del tambor de la actual presidente de la República. No olvidemos que puede obtener la mayoría en ambas cámaras del Congreso.

Si para que esto pase se necesita de los votos de más de la mitad de los argentinos, podemos decir sin equivocarnos que éstos quieren que el gobierno decida sobre sus vidas.

¿Qué pasará con los que ambicionamos hacer nuestro propio camino, con quienes creen que el hombre inventa su destino al andar, propone sus metas y el modo de alcanzarlas? Con los que entendemos que el sentido de la libertad se compone de autonomía y riesgo?

¿Volveremos a dar pase libre al tan temido Leviatán que esclavizó a la sociedad soviética a partir de 1917? ¿Tendrá el gobierno, si se reforma la Constitución, y con el poder de veto y los decretos de necesidad y urgencia, facultades ilimitadas?

¿La propiedad privada estará sujeta a su capricho? ¿Del 23 de octubre en adelante las elecciones serán digitadas y el sucesor de Cristina elegido autoritariamente desde la Casa Rosada?

¿Se regulará aún más el comercio exterior?

¿Se enseñará en las escuelas y universidades sólo la ideología nacional-socialista-kirchnerista, denostando a la que nos hizo progresar desde 1853 a 1930?

¿Las acciones de funcionarios estatales estarán por encima de las leyes que rigen a los ciudadanos?

¿Continuará la malversación creciente de los fondos públicos sin que haya control legal alguno fuera de las decisiones amañadas del gobierno?

¿Los sindicatos unidos al poder por intereses espurios se transformarán en agencias políticas favorables al gobierno?

¿Se extenderá el sometiendo a jueces obligándolos a actuar parcialmente?

En 1983 la mayoría en nuestro país aspiraba a vivir en una democracia participativa, donde reinara la paz y la libertad.

Casi todos pretendíamos recorrer el camino hacia el fortalecimiento del sistema de partidos, y poder expresar nuestras ideas sin estar sujetos a coerciones.

En Octubre parece que se va a votar lo contrario. Ya no hay dudas del convencimiento de Cristina Kirchner en que va por el camino correcto. Los votos de las primarias la han convencido en las bondades de tener todos los resortes del poder en sus manos.

Quienes voten a Cristina Fernández, no podrán decir que no esperaban la transformación de nuestro sistema político, económico y el ordenamiento jurídico institucional que emana de la Constitución: la sumisión de más de la mitad de los argentinos lo permite.

El modelo populista se llevará puesto el régimen de propiedad privada y libre empresa, la división de poderes en la práctica será una farsa. No se respetarán los fallos del poder Judicial si son contrarios a las necesidades del gobierno.

Se combatirá a quien discrepe con el gobierno y se monopolizará el comercio a través del control de las divisas y los permisos de importación y exportación.

El Gobierno continuará promoviendo en los jóvenes argentinos sentimientos contrarios a EEUU y a los países capitalistas favoreciendo ideas nacionalistas como lo hace el presidente Chávez en Venezuela.

¿Tendrá éxito? A corto plazo. Esta política termina en vaciar las arcas del Estado. Y en Argentina son muchos los que reaccionan cuando se les toca el bolsillo, no la Libertad.

Si castigan la producción y la productividad, como hasta ahora, si ahuyentan a los capitales, los problemas económicos vendrán por añadidura.

Con la crisis vendrán otros gobernantes y el cambio: no habrá mas remedio que regresar a una política exterior que se base en el dialogo constructivo con todos los países del mundo, a permitir y dar garantías al capital nacional y privado que pretenda invertir en nuestro país, y a la defensa de las normas republicanas y democráticas en las que se basan las sociedades democráticas del mundo.

La oposición tiene un deber: no tener miedo a decir la verdad. Mostrar que vamos por un camino equivocado, revelar los errores del gobierno y formarse para cuando llegue el momento de elegir el rumbo no equivocarse tanto.

La receta es simple: permitirle a la gente moverse hacia el futuro con libertad, reglas claras, y confianza en un Estado que no vaya en contra de lo que manda la Constitución. Derogar las leyes que obstruyen la división de poderes y la independencia de la Justicia.

Los argentinos no podemos huir de la vida, de la inseguridad y de la incertidumbre con que está irremediablemente tejida. Darle las riendas de nuestra vida a un gobernante es morir en vida. Debemos pensar, tener convicciones basadas en la realidad y no abandonarlas por un plato de lentejas. Cada uno debe forjar su destino dentro de un marco de autonomía, responsabilidad y respeto a las leyes que lo hacen posible. El tiempo humano es escaso merece ser vivido en libertad.

Cristina esta reviviendo un pasado que comenzó en 1943. Repasemos la Historia para no repetir errores que nos llevaron a dejar en el camino valores, que una vez perdidos, cuesta recuperar.



(*)Elena Valero Narváez (Analista política, Periodista e Historiadora)
Vicepresidente 1ª de la Unión de Centro Democrático (UCEDE)
evaleronarvaez@hotmail.com

Alvaro Alsogaray - Discursos - Educación: Plan de Estudios Abogacía (1985)

Reunión 19ª - 7 de Agosto de 1985


(Viene de aquí)


Sr. Alsogaray.- Queremos pedir el tratamiento sobre tablas de un proyecto de resolución por el que se solicita al Poder Ejecutivo que no autorice a los delegados interventores en la Universidad a modificar los planes de estudios, especialmente en lo que se refiere a la Facultad de Derecho (expediente 1.820 – D, -85).

Esa actividad debe quedar postergada para cuando la Universidad cuente con sus autoridades definitivas y sea realmente autónoma. Por ahora solo tiene autoridades transitorias, normalizadotas o interventoras, que si bien están facultadas para proponer modificaciones a los planes de estudios deberían abstenerse de hacerlo en este momento. Sería inoportuna esta reforma cuando se encuentra próximo el vencimiento de sus mandatos que, por otra parte, habían sido anteriormente prorrogados.

Proponemos entonces el tratamiento sobre tablas de ese proyecto para evitar la modificación de los planes de estudio de la carrera de abogacía.



Sr. Alsogaray.- Señor presidente: el señor diputado del bloque mayoritario, como de costumbre, nos ha atribuido segundas intenciones al traer el problema.

Nosotros nunca venimos con segundas intenciones. Si entramos en ese terreno tendría que haber agregado la razón por la que trajimos el problema. No lo quisimos hacer por discreción. Pero ante la presunción del señor diputado debo decir que queríamos evitar, entre otras cosas, un golpe de mano y despido de profesores que dentro de los planes actuales no hay forma de hacerlos.


Hay aspectos que yo no quería tocar, pero ya que se nos atribuyen segundas intenciones permítanme suponer que también las hay al apurarse a sancionar un plan de estudios que se supone debe durar muchos años.



Transcripto del original en papel por Claudia Bonzo, corregido por Pablo Parenti

Nota: Es nuestra intención transcribir el libro completo, material que iremos subiendo a medida que este listo. Una vez terminado el trabajo se armara el (PDF) para su descarga. Siendo este libro edición del Congreso de la Nación y no habiendo en sus páginas nota que indique lo contrario, creemos de buena fe que podemos hacerlo sin infringir ley de propiedad intelectual alguna.

Alvaro Alsogaray - Discursos - Contrato de trabajo (1985)

Reunión 15ª - 3 de Julio de 1985




(Viene de aquí)


Sr. Alsogaray.- Señor presidente: entiendo que en esta etapa del debate lo que estamos discutiendo es si se trata o no sobre tablas el proyecto en cuestión y no lo que hace al fondo del proyecto mismo. Por lo tanto, sin que esto implique pronunciarnos acerca del fondo del proyecto –lo que haremos solamente en caso de que efectivamente la iniciativa sea considerada por esta Cámara- declaro que vamos a apoyar la moción de tratamiento sobre tablas por dos razones.

La primera es que existe en el país una verdadera situación de emergencia. Los errores de la política económica del gobierno han conducido al país a la peor de las combinaciones: la más alta inflación del mundo con una fuerte recesión que se traduce en este momento en el cierre de fábricas y la consiguiente desocupación de su personal.

La segunda razón es que deseamos ser congruentes con nuestra actitud de siempre, en el sentido de que este Parlamento no puede ser ajeno a los grandes problemas de emergencia; pero debe intervenir en el momento oportuno, y no después que las desgracias se han producido.
Por estas dos razones apoyamos la moción de tratamiento sobre tablas. (Aplausos.)



Transcripto del original en papel por Claudia Bonzo, corregido por Pablo Parenti

Nota: Es nuestra intención transcribir el libro completo, material que iremos subiendo a medida que este listo. Una vez terminado el trabajo se armara el (PDF) para su descarga. Siendo este libro edición del Congreso de la Nación y no habiendo en sus páginas nota que indique lo contrario, creemos de buena fe que podemos hacerlo sin infringir ley de propiedad intelectual alguna.

22 de mayo de 2015

Fallo repudiable - Reducción de pena a un violador

Por Rafael Manuel Soler (*)



Ahora, con toda la info mi opinión como abogado, del repudiable fallo de la sala de casación de provincia de buenos aires disminuyendo la pena a un violador.

Lo que digo básicamente es que, es la consecuencia de la administración de justicia del gobierno provincial y la falta de pericia y sentido común de los magistrados.

Hoy lo escuchaba a uno de los jueces decir que tuvo las pericias de los psicólogos que le decían que el menor tenía una tendencia homosexual…..digo una cosa, un magistrado, profesor de la universidad, como no pide la separación de ese profesional del listado de peritos oficiales? Y lo que es peor, le da entidad a semejante estupidez…

El gobierno provincial es responsable también, por no haber impulsado un juicio político a los mismos jueces, ANTES, sabiendo que estaban fallando como en el caso del pastor que violo a dos nenas y se le redujo a la mitad la pena en el 2011.

Reconoce el Ministro Casal que es algo que se va a “solucionar” con los pedidos de juicio político de algunos diputados o ONG, pero nada dice que va a hacer el gobierno…y además dice que “ha trabajado mucho” para dejar de tener una sala en casación y ahora tener 12, para hacer más ágil la respuesta de la justicia….. Estás conclusiones me hacen acordar a las soluciones que ponen en práctica contra la delincuencia, cuando dicen que tenemos la mayor, en número, policía local.

Sabemos los bonaerenses que podemos llenar las calles de policías y patrulleros, pero si se mantiene el nivel de impunidad, con la reincidencia en la calle, es una aspirineta para un cáncer que no deja de multiplicarse.

Otra forma de ver este tema es preguntarse qué hace el Presidente del Tribunal de Casación Penal, el Dr. Dominguez que no pide la suspensión de los jueces en sus cargos. Por lógica, cuando su reputación como abogado está en duda, ya que fue procesado por el Juez Lijo, no podemos esperar mucho….. http://www.telam.com.ar/…/…/90470-causa-amia-procesados.html

En síntesis, nada está bien en una de las cuestiones básicas, como es la administración de justicia, de un gobierno como el provincial.



(*)Rafael Manuel Soler
Abogado - Consultor del Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca

21 de mayo de 2015

Alvaro Alsogaray - Discursos - Homenaje a Alberdi (1985)

Reunión 11ª - 28 y 29 de junio de 1985

(Viene de aquí)


Sr. Alsogaray.- Señor presidente: deseamos hoy rendir homenaje al doctor Juan Bautista Alberdi con motivo de cumplirse en centésimo aniversario de su fallecimiento. Trataremos de que no sea este un homenaje de rutina, sino un acto de reivindicación de los principios sostenidos por ese patriota, en momentos en que en el país deben tomarse grandes decisiones.

Por una singularidad histórica estamos viviendo en estos momentos una situación parecida a la posterior a Caseros. Hasta Caseros un régimen absolutista, de oscuridad, anarquía y atrasado había imperado en el país. Se presentaba entonces una gran opción: insistir en un régimen semejante –lo que era perfectamente posible- o buscar otra alternativa.

Los hombres de estado de entonces, los Constituyentes del 53, nos dieron la constitución liberal de 1853-1860, a cuyo amparo un país atrasado como la Argentina de entonces pasó a ser, en menos de 50 años, una gran nación. Este proceso se debió también a los ilustrados estadistas que nos gobernaron desde 1860 hasta 1916.

A partir de 1945, se inicia en el país un periodo retrógrado que se mantiene hasta nuestros días. Los principios consagrados en la primera parte de nuestra Constitución Nacional son abandonados en un verdadero retroceso de ideas que se traduce en la adopción de métodos mercantilistas y monopólicos propios del siglo pasado y en la introducción de fórmulas corporativas surgidas en Europa de los movimientos de masas que tuvieron lugar entre 1925 y 1945.

Este sistema, caracterizado por el avance del Estado sobre los derechos civiles e individuales bajo la forma del estatismo y del intervencionismo, ha perdurado, como he dicho, hasta nuestros días, bajo sucesivos gobiernos, civiles y militares, y según diversas fórmulas.

Actualmente, ese sistema está agotado y otra vez, como en el siglo pasado, se presenta la necesidad de optar: o insistimos en ese sistema o volvemos a los principios de la primera parte de la Constitución Nacional, sintetizados principalmente en su artículo 14.

Es ésta la gran decisión que tendremos que tomar muy pronto, de una u otra manera. Antes de hacerlo es conveniente que retornemos a los principios sostenidos por Alberdi. La idea esencial de este pensador consiste en algo que podríamos llamar la segunda revolución en la Argentina. El movimiento de 1810 a 1816 nos dio la libertad política, o sea la soberanía. Entre 1853 y 1860 se produjo la instauración de los derechos civiles individuales. En esto reside la obra esencial de Alberdi. Pero, ¿de qué manera influyó Alberdi sobre la Constitución?

Permítaseme leer, para no extenderme excesivamente en este homenaje, solamente dos o tres párrafos del texto Obras completas de Juan Bautista Alberdi. Dicen así “La Constitución Federal Argentina contiene un sistema completo de política económica, en cuanto garantiza, por disposiciones terminantes, la libre acción del trabajo, del capital y de la tierra, como principales agentes de la producción, ratifica la ley natural del equilibrio que preside el fenómeno de la distribución de la riqueza y encierra en límites discretos y justos los actos que tienen relación con el fenómeno de los consumos públicos.”

“La libertad cuyos beneficios procura asegurar la Constitución no es la política exclusivamente, sino la libertad de todo género, tanto la civil como la religiosa, tanto la económica como la inteligente, pues de otro modo no la prometería a todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino.”

“La libertad económica es de todas las garantías constitucionales la más expuesta a los atropellamientos de la ley.”

Este último pensamiento ha influido en la redacción del artículo 28 de nuestra Constitución. El artículo 14 nos garantiza los derechos individuales, pero a pesar del artículo 28 que prohíbe al Congreso votar leyes que desvirtúen los principios, la lenidad con que han actuado las distintas cortes supremas de justicia ha permitido su constante violación.

Sería largo enumerar los postulados de Alberdi, pero todos ellos se orientan a la defensa de la libertad integral, ya que no es posible defender la libertad en términos políticos si no se destierra el totalitarismo y el dirigismo en términos económicos.

Alberdi señala también que no existe en ninguna parte de nuestra Constitución cláusula alguna que permita a los gobiernos ser comerciantes, industriales o prestadores de servicios.

De este pensamiento de Alberdi, plasmado en la Constitución, ¿qué queda en la Argentina de estos momentos? Son del Estado los ferrocarriles, el petróleo, el carbón, el gas, el uranio, la gran minería, la energía atómica, las líneas aéreas, las líneas marítimas, los puertos, los teléfonos, los telégrafos, el correo y más de cuatrocientas empresas de diversas clases.

Además interviene el Estado en la vida económica a través del control de precios, de salarios, de tasas de interés, de la asignación de créditos, de las exportaciones, de las aduanas interiores como la de Tierra del Fuego, de los regímenes de promoción industrial –que dividen el país según capricho de los funcionarios- y también, señores diputados, hasta en los pequeños detalles, como saber si podemos comer carne dos días a la semana o no y si esos días se pueden o no elaborar empanadas.

Para iluminar a la hora presente debemos retornar a los principios de 1853, pues el intervencionismo del Estado ha llegado a límites extremos y viola las libertades individuales. Esta Cámara cumpliría una tarea fundamental como la de los Constituyentes de 1853 si se dedicara a desmantelar y demoler la estructura creada por los avances del Estado y a suprimir todas las regulaciones y controles que traban la actividad privada.

Si queremos mantener el actual sistema, debemos cambiar la Constitución. De lo contrario no incurramos en la falsedad de limitar en nombre de ella las libertades individuales, ni rindamos más homenajes a Alberdi. (Aplausos.)


Transcripto del original en papel por Claudia Bonzo, corregido por Pablo Parenti

Nota: Es nuestra intención transcribir el libro completo, material que iremos subiendo a medida que este listo. Una vez terminado el trabajo se armara el (PDF) para su descarga. Siendo este libro edición del Congreso de la Nación y no habiendo en sus páginas nota que indique lo contrario, creemos de buena fe que podemos hacerlo sin infringir ley de propiedad intelectual alguna.